posted by Julio

¡Ya estamos de vuelta!

Cuatro por el mundo - Etapa 2 - Sudamérica

 Después de un verano de intensos preparativos, el 18 de septiembre aterrizamos en Montevideo para esperar la llegada del barco que nos traía a nuestra querida Laika.

Nuestra autocaravana llego un 25 de septiembre y después de unos arreglos de última hora en el concesionario IVECO de Montevideo y de un par de días de organización de todo el material, nos pusimos en marcha empezando nuestra ruta por Uruguay.

A pesar de que el plan inicial era recorrer Norteamérica y Sudamérica en este segundo año, en cuanto nos pusimos a preparar itinerarios, nos dimos cuenta que, si queríamos poder hacer la ruta con tiempo para disfrutarla, iba a ser imposible hacer norte y sur en el mismo año y decidimos cambiar el plan.

Vamos a dedicar este segundo año por entero a Sudamérica y queremos recorrer Uruguay, Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia. Veremos si el calendario nos lo permite porque acá las distancias no son las europeas.

Aunque internamente, vamos registrando nuestro día a día como hacíamos el año pasado y vamos preparando las crónicas, lo que no tenemos este año es el mismo acceso a Internet que teníamos el año pasado y eso nos complica bastante la actualización del Blog. Colgar una crónica, tiene detrás bastantes horas de trabajo entre escribirla, seleccionar fotos, subirla y maquetarla y sin Internet, algunos de los pasos se complican. ¡Haremos lo que podamos!

Lo que sí es más sencillo para nosotros, porque se puede hacer directamente desde el móvil, es ir publicando mini-crónicas con fotos a través de nuestra página de Facebook. Si te gusta nuestra aventura y tienes una cuenta de Facebook, puedes ir a la página www.facebook.com/cuatroporelmundo y seguirnos con actualizaciones cada pocos días, viendo por donde hemos pasado y lo que vamos viendo. Y además, si en esta página clicas en “Me gusta”, a partir de ese momento iras recibiendo en tu Facebook todas las nuevas crónicas y además también recibirás un aviso cuando publiquemos en el Blog.

Otra cosa que también estamos haciendo siempre que podemos, es subir los álbumes de fotos de cada etapa a Flickr. Hemos subido ya varios de esta segunda etapa y puedes acceder a ellos desde https://www.flickr.com/photos/cuatroporelmundo/sets.

Por último, también vamos actualizando a menudo nuestra posición en el mapa de Google Maps y lo puedes consultar en  http://www.cuatroporelmundo.com/es/content/etapa-2-sudam%C3%A9rica-sept-2014-jun-2015.

Un gran abrazo de los cuatro y gracias de verdad por estar ahí.

Elena, Julio, Iker y Unai 

posted by Julio

Pasamos de Austria a Alemania sin enterarnos. Normalmente solemos ver un cartelito de Welcome o el típico cartel de las estrellas de la unión europea pero esta vez no hemos visto ni una triste garita y como los carteles están en alemán en los dos países, suponemos que estamos ya en Alemania por los kilómetros que llevamos hechos.

Plaza de entrada a las termas de Bad AiblingAunque la ciudad que nos queda de paso es Munich, hemos decidido que nos la saltamos porque nos apetecen unos días tranquilos antes de llegar a Legoland así que hoy vamos a dormir a Bad Aibling, un área de autocaravanas que tiene el dudoso honor de quedar bien situada en nuestra ruta hacia Legoland.

Area recreativa en Bad Aibling con un fantástico MiniGolfEl sitio resulta ser muy bonito. Un área tranquila al lado de un complejo termal y rodeada de rutas para pasear y andar en bici. No traemos ningún plan concreto y aprovechamos para adelantar clases porque cuando lleguemos al parque, estaremos 2 o 3 días sin tocar los libros.

Elena haciendo dos bajo par en el hoyo 2, jejeHoy le toca clase a Elena y yo me voy a dar una vueltilla. Veo las termas y unas instalaciones de patinaje sobre hielo que ahora están cerradas. Las termas podrían ser un buen plan pero salen un poco caras para el tiempo que podemos estar. Al final, salvo la lucha diaria con el tema de las clases, el día pasa relajado, los pekes jugando y nosotros tranquilos, haciendo alguna de las cosillas que siempre tenemos pendientes.

Aquí cada uno se recoge sus bolas...Al día siguiente acabamos las clases pronto y movemos la autoca para buscar un parque donde pasar un rato y acabamos encontrando una especie de área recreativa que tiene un minigolf superchulo y nos quedamos a echar una partida. Nos hacemos los dieciocho hoyos apuntando los golpes como los profesionales y Elena resulta clara vencedora con cuatro golpes de diferencia con el segundo, je je. Ha sido divertido.

Aparcados en el area de SulzemoosComemos en el mismo parking del área recreativa y nos ponemos en marcha hacia nuestro siguiente destino. Esto de conducir después de comer no es lo mío y a medio camino tenemos que parar a tomar un cafecito porque me estoy amodorrando. La parada me espabila un poco y reanudamos el viaje para llegar a media tarde al pequeño pueblo de Sulzemoos y aparcarnos junto a unas cuantas autocas que ya ocupan una sencilla área de autocaravanas.

El sitio en sí no tiene nada especial que visitar pero es un área gratuita ofrecida por un gran centro de venta de autocaravanas que además queda muy cerca de la autopista por lo que casi no tenemos que desviarnos de nuestra ruta.

Dando un paseito hasta el pueblito de SulzemoosDejamos la autoca enchufada y nos vamos a conocer un poco el pueblito que queda a un kilómetro del área. Tiene pinta de ser un pueblo bastante residencial y después de unas cuantas vueltas, no conseguimos encontrar ni un bar, ni un parque, lo cual dice bastante de  la vida que se hace aquí así que nos sentamos un rato a descansar en unos bancos y volvemos por donde hemos venido.

Descansando un ratito a la frescaA la vuelta, en las afueras del pueblo, encontramos abierto una especie de restaurante/obrador y allí nos tomamos nuestra primera cerveza alemana sentados en unas mesas que tienen fuera y disfrutando del poco calorcito que nos ofrece el sol primaveral.

Disfrutando de nuestra primera "rubia" alemana

Al llegar de vuelta a la autoca me acerco por el almacén de Ac para mirar algunas cosillas pero ya está cerrado. Me doy una vuelta por el exterior y alucino porque veo que aquí hay, literalmente, miles de autocaravanas de todos los tipos, tamaños y marcas. Es increíble. Nunca había visto tantas autocaravanas juntas. Algunas son verdaderos palacios rodantes. Bufff…, nuestra Laika es un apartamentillo a su lado.

Si alguien está pensando en comprarse una autocaravana, puedo asegurarle que aquí puede verlas prácticamente todas.

Miles de autocaravanas aparcadas en la exposición de SulzemoosAl día siguiente me acerco por el almacén y es un tremendo peligro porque tienen de todo. Al final, cojo un par un par de lámparas LED que se nos habían fundido y otro par de repuestos más y tengo que hacer enormes esfuerzos de autocontrol para no empezar a comprar un montón de cosas alucinantes a precios exorbitantes y que seguramente no necesito. Diosss… llevamos el consumismo tan metido...

Aparcados en el area de Gunzburg, cerca ya de LegolandMientras Elena acaba de dar clase con los pekes, me voy paseando hasta un McDonalds que hay en el restop de la autopista, a escribir un rato y a la tarde hacemos al revés para darle un respiro también a ella. Nos queda un mes para tener que entregar las actividades del tercer trimestre de los pekes y aunque no vamos mal, nos quedan bastantes días de visitas en los que no vamos a poder hacer nada y hay que intentar adelantar trabajo.

Piezas de lego gigantes en la rotonda de llegada al parqueEl sábado desayunamos y salimos tranquilos para hacer nuestra última etapa hacia Legoland. Llegamos al área de autocaravanas de Gunzburg poco antes de mediodía y nos instalamos para pasar un par de días tranquilos hasta que, el lunes, nos movamos ya al parque que está a unos 8 kms.

Plano del area residencial del parque. Junto al muñequito está el área de ACsEl fin de semana pasa sin pena ni gloria y como el tiempo no acompaña demasiado nos dedicamos a hacer vida casera, dar clase, escribir, leer, jugar... Y por fin llega el lunes. El día D. Madrugamos un poquillo porque, aunque hemos hecho la reserva por Internet, todavía tenemos que hacer el check-in en el área de autocas del parque antes de poder entrar y queremos tenerlo todo listo para las 10 que es cuando abren.

Primeras figuras con piezas de Lego que se pueden ver en las zonas recreativas  de los apartamentosNo hay mucha gente y en cinco minutos estamos registrados. El área de autocaravanas de Legoland es una pasada y aunque no estamos en temporada alta, hay bastantes autocas aparcadas. El entorno es precioso y los servicios no tienen nada que envidiar a los de un camping. Tenemos hasta lavadora-secadora.

Aparcados en el area de LegolandDejamos la autoca enchufada, cogemos nuestras mochilas y seguimos un caminito que sale desde el área y que atravesando un bosquecillo, en diez minutos te lleva hasta el parque. Al final hemos conseguido llegar un poco antes de que abran y no somos los primeros pero casi.

Por el caminito que lleva hasta la entradaDelante nuestro solo hay diez o doce personas esperando. Llegan las 10:00 pero parece que hay algún problema y nos hacen sufrir unos cuantos minutos más. Al final abren los tornos y comienza la primera de las dos jornadas que vamos a pasar en la meca del LEGO y que resultan alucinantes.

Posando delante del Temple X-peditionDesde el punto de vista de un parque de atracciones, Legoland cumple pero no es especialmente grande ni espectacular. Sin embargo desde el punto de vista de unos flipados de LEGO es realmente increíble. Las enormes figuras de todo tipo hechas con ladrillos de LEGO que adornan todo el parque son una pasada.

Recreacion de la Batalla en NabooLas recreaciones y la ambientación de las escenas de STARWARS son sencillamente espectaculares y las construcciones de diferentes edificios y zonas de ciudades alemanas y europeas son soberbias, por lo menos a los ojos de un friki incondicional como yo.

Probando el simulador de terremotosLos canales de Venecia, las dársenas de carga de un puerto comercial, la puerta de Brandemburgo, el parlamento de alemán, el aeropuerto de Munich, la torre de comunicaciones de Berlín, los molinos holandeses, los cargueros... Todo hecho con un detalle y un mimo increíbles.

Reproducción del Allianz Arena, el estadio del Bayern de Munich. AlucinanteVer el Allianz Arena, el estadio del Bayern de Munich, construido a una escala enorme, con todas las gradas llenas y decenas de miles de figuritas de LEGO sentadas viendo un partido me deja ya alucinado del todo. ¡Qué gran trabajo!

Montando en el Flying NinjagoVamos probando las atracciones e incluso nos animamos a ver la LEGO Movie en alemán. Aunque no hace especialmente bueno, el tiempo aguanta sin llover y disfrutamos tremendamente del día. Fuimos de los primeros en entrar y somos de los últimos en salir cuando ya todas las atracciones están cerradas.

Parque de tirolinas junto al área de AcsDe camino a la autoca, hay una zona con una especie de parque de aventura con tirolinas sobre un pequeño lago, algunos columpios y un circuito de triciclos y coches de pedales para los pekes donde todavía nos toca pasar otra horita sentados mientras ellos hacen gala de sus inagotables baterías.

Haciendo un recorrido en safari

Al día siguiente repetimos en algunas atracciones pero hay más gente y no resulta tan fácil montarse en las cosas. Ayer, antes de salir estuvimos en una de las tiendas de Lego que hay
 en el parque y vimos las cajas que se quieren comprar los pekes con el dinero que han ido ahorrando de su cumpleaños y de lo que les ha ido trayendo el ratoncito Pérez.

La tienda de LEGO donde se pueden comprar piezas a pesoPara mí el momento culminante del día es la visita a la fábrica de Lego donde es posible comprar piezas sueltas de lego de todo tipo al peso y donde consigo piezas que de otra forma es bastante complicado conseguir. Tengo que hacer un gran esfuerzo de autocontrol para parar porque reconozco que para el Lego, no tengo medida.

Me parece que no es el rey ArturoHoy salimos del parque un poco antes pero acabamos otra vez en el circuito de triciclos. Como ya parece habitual últimamente, cuando nos vamos para la autoca, estamos realmente fundidos y todavía queremos aprovechar la lavadora del área para vaciar nuestra cesta de ropa sucia. Elena se lía con las cenas y yo con la ropa. Entre poner dos lavadoras, secadoras, dobla y recoge me dan las 12:00. Bufff! ¡Necesito dormir ya!

A la mañana siguiente, sin madrugar demasiado, desayunamos y dejamos ya el área del parque. No tenemos prisa y hemos decidido pasar el día tranquilamente en el área de Gunzburg donde ya estuvimos antes descansando y preparando la ruta por Alemania que la tenemos un poco verde.

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En Salzburgo, nuestra idea es quedarnos en un camping del que hemos encontrado buenas referencias en varios sitios y que se llama Panorama. Llegamos allí temprano y hay que reconocer que hace honor a su nombre porque las vistas son espectaculares, con la ciudad a nuestros pies y un rosario de picos nevados de fondo que conforman una imagen increíble.

Vistas desde el camping PanoramaNos ha pillado el toro con las fiestas de semana santa y el frigo anda bastante vacio. Hemos intentado hacer algo de compra por el camino pero estaba todo cerrado a cal y canto. Ni siquiera hemos encontrado gasolinera para llenar el LPG. Buff. Podemos aguantar todavía un par de días pero vamos a ir un poco justos.

Bajando desde el camping a la parada del autobusEn el camping, hacemos rápido todas las gestiones y nos instalamos enseguida para poder aprovechar el día. En el mismo camping, compramos la Salzburg Card para 48 horas que es muy parecida a la Viena Card, aunque en este caso aparte de los transportes, también incluye la entrada a la mayoría de los museos de la ciudad.

Posando en al entrada del ZoológicoNos ponemos en marcha y nuestro primer destino es el Zoológico de Salzburgo. Para llegar hasta allí tenemos que coger la línea 3 y después en el centro la 25. Todo va bien y en media horita estamos allí.  El zoo está genial pero hace un día de mucho calor y los pobres animales están todo lo escondidos que pueden. A pesar de eso podemos ver bastantes, aunque el recorrido total son varios kilómetros y nos pasa factura.

Explanadas de hierba frente al palacio de Hellbrunn

A la salida del Zoo, volvemos hacia la parada del autobús por otro camino y pasamos por los jardines del palacio de Hellbrunn donde hay unas explanadas de hierba enormes con columpios y zonas de pic-nic. Hay un montón de gente simplemente tumbada en la hierba disfrutando del día.

Vista de la fortaleza desde la ciudadNormalmente nosotros también nos tumbaríamos pero como solo tenemos 48 horas para usar la tarjeta, toca andar que todo no se puede. De vuelta a la ciudad, nos comemos nuestros bocatas y buscamos la estación del funicular que nos lleva hasta lo alto de la fortaleza y que está también incluido en la Salzburg Card.

Subiendo en el funicularLa entrada a la fortaleza es libre y además cada cierto tiempo se organiza una visita guiada por sus dependencias con unas audio-guías gratuitas, así que cuando llega la hora, cogemos nuestras audio-guías y recorremos el edificio mientras el aparatito nos va contando la historia de cada zona por la que pasamos.

Vista de Salzburgo desde el torreon mas altoLa visita acaba en uno de los torreones más altos y las vistas de Salzburgo desde allí arriba son impresionantes. Sacamos unas cuantas fotos y al acabar la visita guiada, decidimos bajar a la ciudad porque a lo lejos ya se ve que viene lluvia.

Sujetando a los pekes para conseguir sacarles en una fotoCompramos algo para comer en una pastelería que encontramos en el camino y uno de los pasteles que compramos, nos lo dan después de calentarlo un poquito en el microondas y está increíble de rico, aunque al tomar las notas para la crónica no recordamos como se llama. La edad no perdona, je je.

Salseando por la fortalezaCon lo que hemos andado hasta ahora ya estamos bastante cansados pero además, cuando vamos a coger el autobús de vuelta al camping, nos liamos y cogemos nuestra línea pero en sentido contrario y nos damos una vuelta suplementaria por todo el sur de Salzburgo antes de que el autobús acabe en recorrido y enfile en dirección al camping después de casi una hora de viaje.

Callejeando por Salzburgo antes de coger el autobusBuff, estamos machacaos y todavía nos queda preparar la comida del día siguiente y poner un par de lavadoras. Elena se lía con la comida y yo con las lavadoras y para cuando terminamos, nos ha dado las 11:30 y caemos en la cama fundidos y pidiendo a gritos unas vacaciones.

Entrada del museo de ciencia y tecnologíaPero sarna con gusto no pica y no hay tregua para los viajeros. Hay que aprovechar las 48 horas de la tarjeta así que al día siguiente nos vamos para el museo de la ciencia y la tecnología. Hoy hemos estado un poco más remolones al levantarnos y entre ponte bien y estate quieto, llegamos al museo para las 11:00.

Midiendo la velocidad a la que tiramos la pelota con un radar DopplerEso sí, estamos allí hasta que nos echan a las 17:00. Una chulada. Vemos el aquarium, el reptilarium, el museo de historia natural y algo del museo de tecnología que solo podemos ver a medias porque nos lo cierran en las narices. Una pena, porque nos dejamos por ver un par de plantas llenas de experimentos.

Salseando un poco con los microscopiosLas instalaciones del museo son impresionantes. Tiene incluso una pequeña zona de pic-nic donde puedes descansar un rato y comerte tranquilamente unos bocatas sin obligarte a pasar por la cafetería.

Probando como sería moverse con una silla de ruedas por nuestras ciudadesVuelta para la autoca, esta vez sin paseítos por el extrarradio, duchas para todos y a descansar que nos hace falta porque mañana nos vamos ya para Alemania.

 

¡Diossss, vaya ritmo! Estos últimos días están siendo un poquillo acelerados. En Alemania vamos a estar más tiempo y nos hemos propuesto aflojar un poco el acelerador. !Como echamos de menos el ritmo turco!

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Llegamos a Linz después de un trayecto con mucho tráfico aunque nos parece normal teniendo en cuenta que es Semana Santa.

Aparcados en Linz junto al rioNos quedamos en un aparcamiento cerca del Danubio junto a una zona deportiva y un Skate park. Me voy con los pekes a dar una vuelta y a cinco minutos de la autoca encontramos un parque de columpios con una zona para jugar con agua y arena donde los pekes echan un rato aunque no nos podemos quedar mucho tiempo porque Elena nos está esperando para comer.

Barcos amarrados en el Danubio frente a LinzA la tarde volvemos los cuatro al parque y está vez sí que nos quedamos un buen rato. Estamos hasta que se aburren y despues cogemos el paseo que bordea el rio y lo seguimos acercandonos poco a poco al centro de la ciudad. En la orilla opuesta hay un par de enormes barcos amarrados que tienen pinta de ser restaurantes flotantes o algo así aunque ahora no se ve actividad.

Paseo por la orilla del rio. Al fondo montando la noria del ferialPasamos por un enorme parking que  habíamos visto en Google Maps y que es donde pensábamos aparcar inicialmente pero vemos que está totalmente ocupado por un recinto ferial donde están terminando de montar las atracciones. No nos acaba de cuadrar porque los días de fiesta se supone que son ahora pero igual es que dentro de poco son las fiestas de la ciudad o algo así.

Edificio donde se celebra el Ars Electronica FestivalSeguimos el paseo por la orilla del rio hasta que llegamos al edificio donde se celebra desde hace muchos años el Ars Electronica Festival, uno de los festivales de arte electrónico más importantes del mundo. El edificio tiene un aire a los cubos del Kursaal en Donostia.

Puente sobre el rio DanubioAl lado de edificio del festival, está el puente que nos permite cruzar el rio y pasar al centro de la ciudad. Cuando llegamos a la plaza, no tiene nada especial y sin embargo es preciosa. Elena y yo coincidimos en que nos parece muy "Austriaca" aunque no sabemos muy bien concretar a que nos referimos.

Plaza central de LinzCallejeamos por el centro y nos compramos un heladito. Nos resulta curioso que en Austria, es mucho más barato comprarte un helado que tomarte un café. Por 1€ te puedes comprar un helado artesano muy digno pero para tomar un café, prepara los 2.5 - 3 euritos como poco. Esto es igual también en Alemania como podremos comprobar dentro de poco.

Callejeando por LinzDurante nuestro paseíto empieza a chispear y nos acabamos refugiando en una cafetería. Como vemos que no para, pero tampoco acaba de caer con ganas, nos ponemos en marcha hacia la autoca a ver si podemos llegar sin mojarnos porque no hemos cogido paraguas.

Escultura hecha con cadenas y piezas de caldereria en la orilla del Danubio. Muy curiosaAl principio aguanta bastante bien y nos entretenemos sacando algunas fotos pero cuando ya estamos a la altura del parque ferial, empieza a caer un poco más y tenemos que apretar el paso para no llegar empapados.

Vamos hacia la llamada de las montañasAl día siguiente dejamos Linz y nos adentramos un poco en una zona más montañosa de Austria aunque esto no es decir mucho porque el país tiene una altura media de 500 mts. sobre el nivel del mar. Según vamos acercándonos, vamos alucinando más con picos nevados que nos van rodeando y que nos van recordando lo que significa un paisaje alpino. 

La autoca aparcada al fondo vista desde el AbarenaCuando ya nos quedan solo unos 15kmts. para llegar a nuestro destino, vemos a la derecha de la carretera como una especie de pequeño parque de atracciones que tiene una pinta chulísima. Lo comentamos rápidamente con los pekes y  decidimos darnos la vuelta y entrar a preguntar por el precio.

Jugando un rato al excalectricNo parece que haya mucha gente y nos ofrece un precio especial por entrar los cuatro. La oferta nos cuadra, así que comemos rápidamente en el parking del parque y nos vamos para adentro para aprovechar la tarde.

Jugando en el minilago con las barquitasEl parque se llama Abarena y está cerca de St. Gilgen. Es una pasada y es una mezcla de txikipark, hinchables, camas elásticas, lago con barquitas, toboganes, tirolinas, excalectric… Pasamos allí toda la tarde hasta que cierran y nos vamos con mucha pena porque realmente está genial y casi no hay gente que es cuando más lo disfrutas.

Cafeteria en la orilla del lago. Un lujazo.Seguimos camino hacia nuestro destino que es el pueblo de St.Wolfgang. Cuando llegamos acabamos de alucinar del todo porque se trata de un pueblo precioso a la orilla de un lago de montaña completamente rodeado de picos nevados. Un paisaje de auténtica postal.

Parking para pernoctar a la entrada de St.WolfgangAparcamos en el parking de la entrada del pueblo que permite pernoctar autocaravanas y nos vamos a conocerlo. El pueblo es precioso y se ve que hay nivel, con hoteles a la orilla del lago y cochazos aparcados por todos los lados.

Hotelito con piscina y jacuzzi a la orilla del lagoNos da la impresión de que el pueblo es el típico sitio de escapada romántica. Desde el muro de la iglesia del pueblo que da hacia el lago se puede ver la terraza de uno de los hoteles, con una piscina climatizada y un jacuzzi al aire libre justo en la orilla. Impresionante.

Paisaje a la orilla del lagoDe vuelta a la autoca jugamos un rato a futbol en el parking porque está bastante vacío y se nos acaban uniendo un par de niños de otra autocaravana alemana que tenemos aparcada al lado.

La verdad es que no da la impresión de ser Semana Santa. Excepto en Viena en el resto de los sitios está todo supertranquilo. Veremos en Salzburgo.

posted by Julio

En la frontera Húngaro-Austriaca, nos piden los pasaportes, nos preguntan de dónde venimos y listo. Pasando la frontera austriacaPara adentro y directos hasta Viena donde queremos pasar un par de días conociendo la ciudad. Se nota que es jueves santo porque antes de salir de Hungría, hemos echado gasolina en una estación de servicio de la autopista y allí estaba medio país. 

Entrada al area de autocaravanas de VienaLlegamos al área de autocaravanas de Viena y está genial. Es una explanada muy grande con las plazas bien marcadas y sitio de sobra, por lo menos de momento, porque nos imaginamos que a lo largo del día se irá llenando. Además el metro está muy cerca y no es excesivamente cara para los precios autriacos.

Aparcados en el area AC de VienaReservamos dos días y aprovechamos para comprar allí mismo también las tarjetas Viena Card que nos van a permitir movernos por la ciudad en cualquier transporte público sin coste adicional y tener descuentos en los principales museos y atracciones.

Edificio del museo de historia naturalJunto con la tarjeta te entregan un mapa, un librillo con prácticamente todo lo visitable y los cupones de descuento para cada sitio. La verdad es que está genial y te facilita mucho conocer lo importante de la ciudad sin volverte muy loco.

Escalera de acceso al segundo piso del museo, impresionanteComemos tempranito y nos vamos para la estación de metro y en quince minutos estamos en el centro de Viena. Lo primero que queremos hacer es ir al museo de Historia natural. Desde fuera, el edificio ya impone pero cuando entras, alucinas en colores y eso sin ver nada del contenido del museo.

Una de las salas dedicadas a los dinosauriosY es que el hall de la entrada es realmente espectacular con un techo abovedado altísimo con un hueco en medio que da a la cafetería del museo en el piso superior y con unas escaleras enormes por las que en cualquier momento podría bajar Sisi emperatriz y parecería de lo más normal. Una pasada.

Kilometros de pasillos repletos de vitrinas y exposicionesLas exposiciones del museo están geniales y empezamos a recorrer las distintas salas tranquilitos y parándonos en todo, pero después de la primera hora, ya empezamos a aligerar el paso porque vemos que no nos va a dar tiempo a acabar de verlo. Bufff! Es el museo más grande en el que hemos estado y hay que echarle unos kilómetros para andarlo entero. De todas formas merece la pena sin duda.

La catedral vista desde un parque cercanoAunque estamos bastante cansados, cuando salimos todavía nos da tiempo para dar una vuelta por el barrio de los museos y La verdad es que estamos impactados porque nunca habíamos visto tal cantidad de edificios tan monumentales y tan magníficamente conservados como en Viena.

Parque cerca de la catedralAl final llegamos hasta la catedral y tenemos la suerte de que casi enfrente hay un área de juegos y nos quedamos allí a pasar un rato, los pekes jugando y nosotros descansando. La tarde se nos echa encima sin darnos cuenta y para cuando llegamos de vuelta a la autoca es ya de noche. Hacemos una cena rápida y a descansar que no podemos estar más fundidos y mañana promete.

En la puerta del mercadillo de pascua del palacio de SchlonbrunnA la mañana siguiente, cogemos de nuevo el metro y nos plantamos en el palacio de Schlonbrunn. En la entrada hay un mercadillo de pascua con comida y artesanía típica y como es viernes santo allí hay un mundo. En medio del mercadillo hay un pequeño espacio para que jueguen los niños y entre otras cosas tienen unos zancos para aprender a andar con ellos.

Practicando a andar con zancosMe pica el gusanillo  y me quedo con Iker practicando mientras que Elena se da una vuelta por el mercadillo con Unai. Al final consigo andar bastante bien e Iker también consigue dar unos pasitos. A la vuelta del paseo, Elena y Unai se nos unen y allí pasamos un buen rato los cuatro haciendo el gamba con los zancos. 

Paseando por los jardines del palacio de SchlonbrunnDejamos el mercadillo y cruzamos unos arcos que nos permiten atravesar el edificio y nos llevan a los jardines del palacio que son de libre tránsito. Son inmensos. Cogemos un pasillo central y vamos hacia la fuente de Neptuno.

Jugando con la arena en el parque del laberintoAllí cerca hay un laberinto y hay que pagar para entrar pero en este caso nos merece la pena porque dentro también hay un área de columpios muy chula donde los pekes pasan un buen rato mientras nosotros tomamos un cafecito.

Edificio en la cima de la colina por encima de la fuente de neptunoEchamos otro rato en el laberinto y cuando nos aburrimos ya de dar vueltas, nos ponemos en marcha hacia lo alto de la colina donde hay un restaurante ubicado en unos arcos. La vista desde arriba es esplendida y nos quedamos allí a comer nuestros bocatas, sentados en la hierba.  Bufff, vaya panzada de andar que llevamos.

Entrada al museo de la tecnologia de VienaA la tarde desandamos el camino para volver hasta la entrada del palacio con la idea de dirigirnos al museo de la tecnología pero para llegar hasta él hay que atravesar un enorme parque con un par de áreas de juego muy chulas en su interior en las que al final nos quedamos.

Vista desde abajo de la cuarta planta dedicada a la aeronautica. Al final nos quedamos sin verlaPara cuando nos damos cuenta, son ya las cuatro y media y el museo cierran a las seis. Puede parecer suficiente pero es que el museo es un edificio tremendo con cuatro plantas enormes repletas de experimentos y actividades interactivas y al final nos quedamos sin ver la mitad de la tercera planta y la cuarta completa que estaba dedicada a la aeronáutica y tenía una pinta fantástica.

Jugando el un parque después de salir del museo De perdidos al rio y al cerrar el museo nos volvemos otro rato al parque donde estuvimos antes. Los pekes suben y bajan por los columpios como si nada pero nosotros estamos machacados y necesitamos un día de descanso por lo menos. Esto de patear ciudades cansa mucho.

A la mañana siguiente, cargamos depósitos y nos despedimos de Viena con muy buen sabor de boca. Nuestra primera experiencia austriaca ha sido fantástica.

Ahora en marcha hacia Linz a ver si podemos descansar un poco.

posted by Julio

Budapest tiene un enorme parque central llamado Varosliget y en cuanto entramos en la ciudad nos dirigimos hacia allí con la esperanza de poder quedarnos  en unas plazas de aparcamiento que hemos visto en Google Maps.

Dando la primera vuelta por el parque de VarosligetHemos seguido nuestra costumbre de entrar a las ciudades grandes en domingo y en este caso también nos ha funcionado porque cuando llegamos encontramos sitio para aparcar sin problemas y además sin pagar. Europa todavía nos sorprende con parkings enormes y gratuitos donde no están prohibidas las autocaravanas y muy cerca del centro de la ciudad. La vida es bella.

Corriendo a jugar en el parqueMientras Elena prepara la comida, los pekes y yo hacemos un paseo de exploración por el parque y como vemos que es realmente enorme, de momento, nos limitamos a quedarnos en una zona de columpios que no está muy lejos. Tiene como una colina artificial con toboganes. Muy chula. Pasamos allí un buen rato hasta que volvemos para comer. 

Pelea medieval en el parque de VarosligetCuando venimos de vuelta vemos en una campa cercana a unas personas vestidas de soldados medievales con su armadura, espadas, mazas y todo el equipo y además haciendo combates reales. Vaya mamporros que se están arreando. Los pekes se quedan flipados. Como les falle la armadura se van a llevar un buen golpe.

Fachada del museo de la tecnología de BudapestA la tarde volvemos al parque aunque esta vez nos damos una buena vuelta y llegamos hasta el extremo noreste. Allí está el museo de la tecnología pero no vamos a entrar porque en Austria y Alemania tenemos muchos días de museos.

Skate park dentro del parque de VarosligetSeguimos el paseo y llegamos hasta una especie de lago que rodeándolo nos lleva de vuelta a la zona donde estamos aparcados. Aunque el parque es enorme, no hemos visto más zonas de juego aunque sí que tiene zonas con canchas deportivas y muchísimo terreno para hacer picnic.

Jugando en las montañitas de cemento pulidoPor el camino encontramos una especies de montañitas de cemento pulido donde hay unos niños jugando y los pekes se suman a ellos, tirándose de cabeza y a lo bestia con tantas ganas que al final, Iker se arrea un buen coscorrón en la frente y le sale un chichón con el que casi parece un unicornio.

Plaza del milenio junto al parque de VarosligetEl parking se va vaciando a lo largo de la tarde y a la noche no hay muchos coches y parece que va a ser una noche tranquila pero a medianoche, empezamos a oir música a toda pastilla y resulta que son un grupo de taxistas que se han montado un chiringuito con los coches cerca de donde estamos. Nos dan la murga un ratillo y después se van a lo suyo.

Puestos de comida tipica en el centro de BudapestPor la mañana mientras los pekes hacen clase me toca llevar la ropa a una lavandería que hemos localizado. Está a un par de kilómetros de donde estamos aparcados que en principio no es mucho pero con el bolsón de ropa y la mochila a cuestas es una tirada. Y además como no sé estarme quieto, aprovecho para dar otra vuelta mientras la ropa se lava. Total que entre ir, el paseo mientras se lava y la vuelta, me meto una buena soba y llego a la autoca machacado.

Castillo de Buda visto desde la otra orilla del DanubioA pesar de todo, a la tarde nos cogemos el metro y nos vamos a visitar la zona centro. Como esta semana es pascua, hay mucho ambiente y el centro está lleno de puestitos callejeros. Llegamos hasta el puente de las cadenas y nos cogemos el funicular para subir al castillo de Buda. Las vistas sobre la ciudad son impresionantes. Nos llama la atención sobre todo, que no se ven rascacielos sobresaliendo sobre el resto de edificios.

Realmente impresionante el edificio del parlamento húngaroDespués de una buena andada, nos sentamos en una cafetería y nos tomamos nuestro cappuccino con una especie de crepe de crema superjugosa que se come untándola en un pequeño bol de natillas. Buah, impresionante. Que delicia!!!

Pasando el puente de las cadenasHoy no nos visitan los taxistas juerguistas y pasamos una noche tranquilita pero a la mañana cuando acabamos de desayunar y vamos a salir del parking, vemos que estamos encerrados y después de una intentona infructuosa de salir por un hueco entre dos coches, acabamos saliendo por un jardín que da a la carretera y que tiene rodadas marcadas o sea que debe ser algo habitual usarlo.

Saltando un rato en la cama elastica del campingDespués de tres días en el parking de Varosliget necesitamos vaciar depósitos y cargar agua así que vamos a un camping en las afueras de Budapest y pasamos allí una noche antes de salir camino de Gyor. Los pekes aprovechan una cama elastica que hay en una esquina para pegarse una buena sesión de saltos.

En Gyor, aparcados en la calleEn Gyor, el enorme parking junto al rio que teníamos localizado está en obras y nos toca dar vueltas hasta que nos quedamos en una calle de aparcamiento por horas que no sale demasiado caro y que quedada bastante cerca del centro. Para pasar una noche tampoco podemos pedir más.

Callejeando por el mercado de pascua de GyorEn Gyor no tenemos ningún destino concreto y simplemente aprovechamos que nos pilla de paso hacia Austria para hacer una parada y conocerla. Salimos a la tarde y damos un paseo por las calles céntricas que tienen otro pequeño mercadillo de pascua.

Barco pirata en un parque de GyorLlegamos hasta la plaza principal pero no hay mucho más que ver y nos vamos a la caza y captura de algún parque para que los pekes puedan jugar un rato. Por fin encontramos uno al otro lado de la carretera con la recreación de un enorme barco pirata lleno de toboganes y pasadizos donde pasamos un buen rato.

Plaza principal de GyorDe vuelta al centro, vemos que por una de las calles pasa gente con una especie de tortas untadas de diferentes cosas. Me apetece probar una así que me pongo a la cola y la pido untada de Nutella que esta de rechupete. Este dulce se llama "Lángos" y es como un buñuelo con forma de torta que puedes pedir con muchos "topings" distintos. Buenísimo. 

Se empieza a levantar un viento frio que arrecia entre calles y molesta de verdad así que después de un cafecito para entonar un poco el cuerpo, nos retiramos a nuestra casita a descansar con la idea de pasar ya mañana a Austria.

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Según nos vamos acercando a la frontera Húngara, nos volvemos a encontrar las enormes colas de camiones que ya vimos en las fronteras de Bulgaria y Rumanía. Es impresionante, varios kilómetros de camiones aparcados en el arcén esperando, imaginamos, para gestionar el papeleo y pasar la aduana.

Pasando la frontera HúngaraTambién igual que en Bulgaria y Rumania, para circular por las autopistas húngaras hay que comprar una viñeta y la compramos en una pequeña oficina que está poco antes de pasar la frontera y así ya vamos preparados. En la frontera nos revisan los pasaportes y echan un vistazo por encima a la autoca pero en cinco minutos hemos pasado la garita y estamos ya en Hungría.

Camino de entrada al camping MakoAunque nuestro primer destino es la ciudad de Szeged, nos apetece un poco de relax y decidimos pasar el primer día húngaro tranquilamente en un camping en el pueblo de Mako que está muy cerca de la frontera. Paramos en el pueblo, antes de llegar al camping para sacar algo de dinero húngaro y me recuerda mucho a como andábamos antes con las pesetas porque las cantidades son enormes. Sacamos del cajero 25.000 florines que son unos 65€.

Fachada decorada con aperos de labranza y otras cosas antiguasLlegamos al camping Mako y es precioso. Estamos solos. Por las fechas que son, creo que lo acaban de abrir. El camping es una gran pradera verde alrededor de una casa de campo y a la orilla del rio Maros que corre tranquilo a pocos metros de donde estamos aparcados. Es plena primavera y todo esta superverde y el entorno del camping, decorado con carros antiguos y aperos de labranza crea un entorno muy bucólico para pasar nuestro primer día húngaro.

Aparcados en Szeged nada mas pasar el puente BelvarosiAl día siguiente, llenamos depósitos y salimos camino de Szeged a donde llegamos a media mañana. El GPS tiene otro de sus días grandes y decide por su cuenta enseñarnos las callejuelas más recónditas de Szeged hasta que hartos de la tourné, dejamos de hacerle caso y vamos a ojo.

Cruzando el puente BelvarosiCuando conseguimos llegar al parking donde queríamos quedarnos, vemos que no es un buen sitio para quedarse así que cruzamos el puente Belvarosi sobre el rio Tisza y vamos a un parking gratuito que hay al otro lado. Este sí que parece un buen sitio y tiene pinta de ser muy tranquilo así que nos quedamos.

fachada del museo Mora FerencA la tarde dejamos la autoca aparcada y cruzamos el puente andando para visitar la ciudad y lo primero que nos encontramos a la derecha es el gran edificio del museo Mora Ferenc cuya fachada principal es impresionante aunque no tenemos pensado entrar.

Parque de columpios nada mas pasar el puente BelvarosiMuy cerca del museo, casi casi bajo el puente hay un parque de columpios y allí sí que nos paramos. Estamos un rato pero el viento es frio para estar sentados en la calle y nos movemos hacia el centro. Callejeamos sin rumbo un rato y vamos situando los puntos de referencia que teníamos de Szeged.

Preparando los KurtosKalacsRecorremos la calle principal que es peatonal y con muchas cafeterías y llegamos hasta una plaza donde hay puestos callejeros de artesanía y comida y allí probamos por primera vez un kurtoscalacs, un dulce típico húngaro que es como una espiral de masa deliciosa que se espolvorea con chocolate, azúcar, virutas de lo que quieras… Lo hacen delante de ti y te lo dan recién sacado de las brasas donde se dora durante unos minutos. Si eres goloso, merece la pena probarlo.

Posando con unas estatuas callejerasAl final empieza a llover y nos refugiamos un rato en una de las cafeterías de la calle antes de volver a casa. Hoy los pekes tienen un día especialmente tocapel… digo revoltoso, je je,  y nosotros tampoco estamos especialmente pacientes y al final, cuando después de dos o tres avisos, se ponen a jugar a lo bruto en la cafetería, acabamos mosqueados y nos vamos de vuelta a la autoca en plan sargento semana. A ver si mañana nos despertamos todos con mejor pie.

Descifrando los jeroglificosAl día siguiente mismo plan pero esta vez con un par de destinos fijos. Lo primero que hacemos cuando cruzamos el puente es ir a una exposición del antiguo Egipto que hay en una sala cercana al centro. No es muy grande pero es suficiente para pasar un rato y aprovechar las momias y los sarcófagos para hablar de Egipto con los pekes, que siempre es más didáctico que viéndolo en fotografías.

Vista trasera de la iglesia VotivaDespués vamos a ver la catedral de nuestra señora de Hungría, conocida también como iglesia Votiva con sus dos enormes torres gemelas de ladrillo rojo escoltando la puerta principal y vigilando la gran plaza que tiene enfrente. Realmente bonita.

Plazilla donde nos quedamos despues del paseoVolvemos a la calle principal que conocemos de ayer y esta vez el tiempo nos respeta y podemos sentarnos un rato en la plaza de los puestos y los pekes juegan, tirándose por  una especie de cuestas de piedra pulida que resbalan y son muy divertidas. Acaban con el chándal requeteguarro pero felices.

De vuelta para la autoca echamos otro rato en el parque que hay bajo el puente y a descansar que mañana salimos hacia Budapest.

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Salimos de Sighisoara después de comer y casi todo el camino hasta Sibiu lo hacemos por una  carretera que es nueva pero tan nueva que todavía tiene tramos con la maquinaria y en muchos casos también atraviesa pueblos por lo que no se puede ir muy deprisa así que nos lo tomamos con calma.

Casas a los lados de la carretera recien asfaltada. Casi todos los pueblos que pasamos eran asíLa mayoría de los pueblos que atravesamos tienen la misma configuración. Casas individuales cada 20 o 30 metros a los lados de la carretera con una gran zanja paralela a cada lado de la carretera para que circule el agua y unas entradas para cada casa sobre la zanja. Curioso.

En las carreteras rumanas es donde más carros hemos visto en todo el viajeLlegamos a Sibiu y damos unas cuantas vueltas buscando donde quedarnos antes de aparcarnos en una calle cerca del centro que parece que tiene aparcamiento de pago. Como no tenemos muy claro cómo va, me bajo y me acerco a alguien a quien preguntar. El primer chico al que pregunto, habla un inglés perfecto pero me dice que es de Bucarest y que tampoco sabe cómo va la cosa.

Calle por la que vamos paseando cuando nos encontramos con el museoLo intento otra vez con una chica que se acaba de montar en su coche para irse y a la segunda va la buena porque después de unos segundos en que me mira con cara rara y parece que me va a dejar allí y se va a ir, baja la ventanilla y me explica casi con gestos que es necesario poner una especie de ticket de aparcamiento que se compra en los estancos y quioscos.

Coge uno de los que tiene ella en el coche y me lo da y me lo rellena para poder estar toda la tarde. ¡Qué maravilla, la gente es fantástica cuando le das la oportunidad de serlo!

Jardin de entrada al museo de historia natural de SibiuLe doy las gracias, pongo el ticket en la autoca y nos vamos de paseo. Por casualidad, nada más salir nos encontramos con el museo de historia natural de Sibiu. No sabíamos ni que existía pero tiene unas reproducciones de dinosaurios en el jardín de la entrada que llaman la atención de los pekes.

Compartiendo la mano con un rex pequeñito, je, jeEl museo tiene buena pinta y la entrada no es muy cara, 13lei para nosotros y los pekes no pagan así que entramos y realmente disfrutamos de la visita porque, aunque no es muy grande, está muy cuidado y las exposiciones están muy bien preparadas.

Tentaciones de jugar con el agua en la Piata MareSeguimos visitando el centro de la ciudad y llegamos hasta la Piata Mare que es el centro histórico de la ciudad. Sibiu ha sido capital europea de la cultura en 2012 y se nota porque aprovecharon para darle un lavado de cara a la ciudad y la han dejado preciosa.

Placilla donde nos sentamos a tomar un cafecitoTodo el centro tiene un aire centroeuropeo con grandes edificios de aspecto muy señorial. Damos una vuelta por las callejuelas entre estos edificios y desues de un buen rato de callejeo, nos sentamos a tomar un cafecito en otra plaza antes de volver para la autoca.

Otra vista de la Piata MarePara dormir no nos queremos quedar en el centro y nos movemos a un parking que teníamos localizado en las afueras. Llegamos enseguida y el parking está al lado de un campo de futbol y un parque para niños por lo que pasamos el resto de la tarde sentados en un banco del parque mientras los pekes juegan a su aire.

Los pekes jugando en un parque cerca de donde pasamos la noche

Mientras estamos sentados, nos sorprendemos al oír hablar castellano en el banco de al lado. Resulta que es una familia de Teruel que se ha venido a Rumania buscando trabajo porque en España no tenían. Les contamos un poco de nuestra aventura y ellos de la suya que también tiene tela y pasamos un buen rato hablando y comentando la situación rumana y española. ¡Una agradable sorpresa para terminar la tarde!

Aparcados frente al hotel Rusca en HunedoaraAl día siguiente, hacemos clase hasta el mediodía y después de comer salimos camino de Hunedoara donde queremos ir directamente al castillo Corvin pero me lio entre el maps y el GPS y acabamos aparcados al lado de la iglesia ortodoxa del pueblo, frente al Hotel Rusca. Estamos cansados del viaje y no tenemos muchas ganas de movernos hasta el castillo para luego tener que volver para dormir y nos quedamos ya aquí.

Hay una iglesia ortodoxa preciosa al lado de donde estamos aparcadosAl lado de donde estamos aparcados hay un enorme parque así que aprovechamos para dar un paseito y hacer unas compras en un super cercano. La iglesia y el entorno son preciosos y el día acompaña pero aunque el parque es grande, no tiene muchos columpios y a los pekes no les gusta mucho así que acabamos de vuelta en la autoca, los pekes jugando atrás y nosotros adelantando preparativos para Hungría y Austria.

Arboles florecidos en el parque de Hunedoara. No se que son pero son preciososAl día siguiente hacemos clase y después de comer salimos para Timisoara. Tenemos unos cuantos parkings localizados pero entre que unos son carísimos y otros están en obras, nos hemos quedado casi sin opciones. Cuando estamos buscando el último parking que teníamos en nuestra lista, el GPS nos mete por una calle superestrecha y a pesar de ir con cuidado, me cargo el espejo retrovisor de uno de los coches que está aparcado.

Pasando un rato en el parque de HunedoaraParamos y le dejamos una tarjeta con los datos pero tenemos que seguir porque estamos taponando la calle y encima el parking al que íbamos tampoco está accesible. La verdad es que se nos ha quedado muy mal cuerpo y no nos apetece seguir callejeando por el centro de la ciudad que está la mitad en obras así que decidimos ir a un camping que hay a la entrada de la ciudad pero cuando llegamos  allí, vemos que al otro lado de la carretera hay un enorme aparcamiento frente a un hotel que tiene bastante sitio y allí nos quedamos a pasar la noche y mañana ya veremos.

Aparcados frente a otro hotel esta vez en las afueras de Timisoara

Al día siguiente vamos al camping porque queremos vaciar los depósitos y coger agua pero cuando preguntamos por el precio nos dicen que son 40€ al día y casi nos caemos de culo. No hemos pagados 40€ en un camping ni cuando estuvimos al principio por el mediterráneo español y no estamos dispuestos a pagarlo para estar en las afuera de una ciudad.

Durante las siguientes semanas nos encontraremos con enormes extensiones plantadas de cártamo.Tenemos una última opción para quedarnos en Timisoara que es otro camping que esta unos pocos kilómetros más hacia fuera de la ciudad, pero cuando vamos a buscarlo, no lo encontramos y donde indica el GPS que debería estar, hay una explanada al lado de la carretera donde no hay nada.

Cuando nos vamos acercando a la frontera Hungara encontramos varios kilómetros de camiones esperando para cruzarlaEstá claro que por alguna razón no tenemos que quedarnos en Timisoara y hartos ya de intentarlo, dejamos la ciudad para otra ocasión y sin pensárnoslo mucho, ponemos rumbo hacia Hungría atravesando enormes extensiones de plantaciones amarillas que bajo el sol de primavera ofrecen una luz bellísima y que más tarde, en Alemania, nos enteraremos de que son plantas de cártamo de las que se extrae un aceite parecido al aceite de girasol.

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El día de mi cumpleaños, salimos de Bucarest con un ventarrón impresionante que nos dura casi todo el trayecto hasta Brasov. Solo durante los últimos kilómetros, el viento nos da un poco de tregua pero la carretera es de montaña y no me permite relajarme así que llego bastante cansado.

Cuando llegamos a Brasov, el dia está muy cerradoDamos un par de vueltas por la ciudad pero no encontramos ningún sitio para aparcarnos en la calle así que al final no nos queda más remedio que meternos en un parking bastante céntrico por 3Lei/hora (0,75€/hora). Está casi completo pero el chico del parking nos busca una plaza grande al fondo, haciendo esquina, donde estaremos muy tranquilo para pasar la noche.

Aparcados en la esquinita de un parking en el centroUsando Facebook, en Brasov hemos contactado con Javi, un chico catalán que tiene un bar cerca de donde estamos aparcados pero cuando le llamamos para quedar ya va a cerrar el bar y convenimos en dejarlo para mañana y pasarnos a desayunar.

Iniciamos el paseo pertrechados para el frio de Brasov.La tarde está ya avanzada pero nos da tiempo a dar una vueltilla por el pueblo porque estamos muy cerca del centro. Brasov está bastante alto y hace un frio que pela así que nos abrigamos bien y nos ponemos en marcha. En un par horas, hemos pasado de tener 10 grados de mínima en Bucarest a tener 10 de máxima en Brasov y con un viento que corta la cara.

Antiguo ayuntamiento de Brasov en la plaza EsfatuluiRecorremos la plaza central y las calles adyacentes y vemos el exterior de la iglesia negra pero enseguida acabamos en una cafetería porque el tiempo está realmente desagradable y nos estamos quedando tiesos. El cielo está cerrado, cerrado y no conseguimos ni ver las enormes letras  con el nombre de Brasov en la colina sobre la ciudad al estilo Hollywood.

Amaneciendo en nuestro choquillo del parkingA la mañana siguiente, nos pasamos por el bar de Javi. El bar se llama Barcelona-Gaudi y está en la calle Prundului 17 por si alguien se quiere pasar. Javi no está esta mañana pero si está su mujer (Claudia Eva) y su compañero Sergio.

A la mañana siguiente conseguimos ver las letras de Brasov en la colina

Nos tratan de lujo y nos preparan unos bocatas de Bacon con huevos fritos que están de muerte. Sergio se queda un buen rato con nosotros y nos cuenta cosas muy interesantes de cómo funciona Rumania y lo que supone montar un negocio en este país.

Bar Barcelona-Gaudi en Brasov.

Nos cuenta que la clase media prácticamente no existe y que están los que tienen mucho dinero y el resto. El sueldo de un administrativo con idiomas puede ser de unos 200-300€ al mes y aunque el coste de la vida también es más bajo, no lo es tanto como los sueldos y la situación es complicada. Mientras estamos hablando con Sergio, llama Javi por teléfono para disculparse por no poder estar con nosotros aunque ya le dejamos muy claro que nos están tratando fenomenal y que no hay nada que disculpar.

Nos hace gracia lo de "Banca Transilvania"Después de un rato de charla agradable, nos terminamos los bocatas y el cafecito y nos preparamos para irnos aunque todavía nos queda una última sorpresa: ¡Claudia Eva nos ha preparado una tortilla de patatas para llevar! Ella es Rumana y Javi le ha enseñado a hacerla. No llega al nivel de las de mi suegra pero le ha quedado muy muy digna y nos soluciona la comida de hoy. ¡Que más se puede pedir!

Parejita feliz en la plaza SfatuluiNos despedimos de Sergio y de Claudia Eva y volvemos al parking para coger la autoca y ponernos camino de Sighisoara, una pequeña ciudad rumana en la región de Transilvania, en medio de los Cárpatos. Sighisoara es la ciudad natal de Vlad Tepes, el héroe rumano que inspiró a Bram Stoker para crear el personaje del conde Drácula.

La torre del reloj a la izquierda vista desde el parking donde estamos.Llegamos al parking  que teníamos localizado en google maps y hay sitio de sobra porque es domingo por la tarde. Además, aunque el parking es de pago entre semana, el domingo no se paga así que nos quedamos allí a pasar la noche y mañana por la mañana pagaremos para quedarnos hasta el mediodía 5lei/dia, 1.5€)

Callejeando hasta la torre del relojNos preparamos y salimos a conocer la ciudad. Andando desde nuestro parking, enseguida encontramos unas escaleras que suben zigzagueando hasta que aparecemos en una plaza, en lo alto de la colina que domina el resto de la ciudad.

Nuestra casita con ruedas en el parking vista desde la torreAquí mismo está la torre del reloj que es lo más conocido de Sighisoara. Llegamos justo-justo antes de que cierren y subimos a verla porque es el punto más alto desde el que se puede divisar la ciudad.

Solo 3975 Kmts. al polo norte. Si está ahi mismo!En la barandilla de madera de la terraza, hay indicadas las direcciones y distancias a varias capitales europeas. Estamos a 2360 Kmts. en línea recta de Madrid. Tampoco es para tanto, jeje.

Material quirurgico antiguo. Bufff! que grima!!!Dentro de la torre hay un pequeño museo y en una de las salas hay algunos maletines de material quirúrgico y odontológico antiguo. Bufff! Da mucha grima pensar que usaban eso hace no tantos años. Sobre todo con las herramientas odontológicas.

Casa de Vlad Tepes convertida en restauranteBajamos y seguimos con la visita. Un poco más adelante de la torre del reloj, está la casa natal de Vlad Tepes convertida en restaurante con su correspondiente plaquita en la pared. La verdad es que no nos llama demasiado la atención, y seguimos adelante hasta encontrar las escaleras porticadas que dan acceso a la catedral evangélica.

Escaleras porticadas para subir a la catedral evangelicaSubimos y nos damos una vuelta por los alrededores de la catedral y entramos a conocer el cementerio que está al lado porque hemos leído que es interesante.

Descansando un poco antes de volver a la autocaTodos los nombres de las lapidas nos suenan a nombres y apellidos alemanes y efectivamente es así porque después nos enteramos de que Sighisoara ha tenido una importante población de sajones de Transilvania, una etnia de origen alemán asentada en Rumania desde hace siglos.

Volvemos a la autoca y terminamos nuestro día en Sighisoara leyendo un rato mientras los pekes juegan atrás. Al día siguiente, Elena aprovecha la mañana para hacer clase mientras yo escribo un rato en una cafetería y después de comer salimos tranquilos hacia Sibiu.

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Salimos de Bulgaria sin que nos hagan demasiado caso en la frontera. El guardia Búlgaro que nos revisa los pasaportes, los mira y dice literalmente "Oh, San Sebastián, Real Sociedad…" y nosotros nos miramos y le reímos la gracia pensando que no sabemos nombrar ni un solo equipo de futbol Búlgaro. Nos dice que tiene que hacer "control" pero se limita a subir las escaleras y meter un poco la cabeza echando un vistazo rápido y listo.

Pasando el puente sobre el Danubio para entrar en RumaníaDespués de pagar el paso del puente sobre el Danubio llegamos a la frontera rumana y ahí todavía nos hacen menos caso y ni siquiera miran la autoca. Echan un vistazo cansino a los pasaportes sin moverse de la garita y estamos dentro. Lo primero que hacemos igual que en Bulgaria es comprar la viñeta para circular por las carreteras. En este caso es electrónica y no te dan ninguna pegatina. Solo te dan la factura con el recibo de haber pagado.

Ya estamos dentro y la primera impresion de las carreteras es bastante malaLa primera impresión de las carreteras rumanas es penosa porque esta zona cercana a la frontera está bastante mal pero en cuanto hacemos unos kilómetros y enfilamos hacia Bucarest, la carretera se convierte en una autovía de dos carriles con la única pega de atravesar cada dos por tres por pueblos y tener que reducir la velocidad.

Parque Carol I en BucarestLlegamos a Bucarest y la primera sorpresa es que no podemos acceder a la zona donde queríamos aparcar porque está cortada por una carrera y una amable policía que habla inglés nos dice que toda la zona está cerrada hasta las cinco y nos da indicaciones para llegar a otro parking que debe estar más o menos a un kilómetro.

Vistas del parque desde el monumento al soldado desconocidoEchamos un vistazo a nuestras otras opciones en el GPS y después de unas cuantas vueltas por la ciudad, conseguimos poner rumbo hacia otra zona con un parking y de chiripa encontramos aparcamiento junto a un gran parque llamado Carol I donde nos quedamos a pasar el día. Este parque esta genial y tiene varias zonas de columpios, un lago, zonas de paseo y el monumento al soldado de desconocido.

ReComiendonos unos fitosica antes de salir del parque. Buenisimos!corremos casi todas las zonas y ya al atardecer nos movemos a dormir a la zona cercana al parlamento a donde no habíamos podido acceder al mediodía por la carrera. La zona parece muy tranquila y nos parece increíble porque es muy céntrica. Imaginamos que hay sitio libre porque es domingo a la tarde y que mañana será otra historia pero de momento, nosotros ya tenemos sitio para dormir.

Como habíamos supuesto, al día siguiente, hacia las 7:30 empieza un gran movimiento de coches y lo que ayer era un sitio tranquilo hoy está repleto, aunque nosotros tenemos ya nuestro sitio cogido y vamos a lo nuestro.

Edificio del parlamento rumanoYo hago mi vueltita de reconocimiento mientras los pekes dan clase y localizo un super-parque que está al lado del parlamento y de vuelta a la autoca me cruzo con dos chicos españoles que están haciendo un Erasmus en Bucarest y que me dicen donde hay otro parque bastante grande y que no queda muy lejos.

Los pekes corriendo hacia un enorme parque al lado del parlamentoCuando los pekes acaban las clases, nos vamos de parques y el primero en el que aterrizamos es el gran parque junto al parlamento. El parque es un gran castillo lleno de pasarelas, pasadizos, toboganes y un montón de cosas más que hacen las delicias de los pekes. Después de un buen rato jugando, dejamos esa zona y buscamos un sitio para comer. Al final acabamos en la cafetería que he visto en mi paseo de la mañana. La comida en Rumania sigue resultando asequible para los estándares europeos y por 5€ por cabeza puedes comer decentemente en plan plato combinado o similar.

Entrada al parque CismigiuDespués de comer proseguimos con nuestra tourne por los parques de Bucarest y vamos al parque que me han indicado los chicos españoles esta mañana que se llama Cismigiu. Este es otro de los grandes parques de Bucarest y dentro tiene también varias zonas de juegos y muchos caminos para pasear y también terracitas para sentarse a tomar un cafecito.

Aparcados en el parque Herastrau, en la zona del tenisAcabamos la tarde en este parque y para dormir nos movemos a otra zona que nos apetece conocer. Se trata del parque más grande que tiene Bucarest que se llama Herastrau y se sitúa alrededor de un enorme lago. Es tan grande que hoy solo vamos a conocer una de las zonas. Llegamos allí y en el aparcamiento que habíamos visto en Internet, hay sitio de sobra para aparcar y parece un sitio genial para pasar la noche, rodeados de árboles y alguna ardilla que otra.

Paseo de reconocimiento por el complejo de parques de HerastrauMientras Elena se lía con la cena, voy a dar una vuelta con los pekes y flipamos con el parque porque es enorme y tiene un montón de zonas de juego incluido un Skatepark y un pequeño parque de atracciones. ¡Guau! El sitio realmente es alucinante para quedarse un par de días.

Parece que la noche va a ser tranquila porque para las 10 no quedan prácticamente coches en el parking y la primera noche efectivamente es así aunque ya veréis lo que nos depara la segunda.  

Flipando un poco en otro de los parquesAl día siguiente después de las clases nos vamos a recorrer todos los parques que hay dentro de Herastrau incluido el parque de atracciones y el skate-park. Por la mañana recorremos algunos de ellos y por la tarde, después de comer, los otros. Con estar un rato en cada uno echamos el día. ¡Bufff! Vaya sobredosis de parques...

Otro de los parques que tenemos cercaComo ayer fue una noche genial, nos vamos a quedar a pasar otra noche aquí y al principio todo va como bien con el parking vaciándose poco a poco pero sobre las 12, empezamos a oír motores a toda pastilla y derrapes y cuando nos asomamos, vemos que un grupo de chavales usan el parking de al lado como pista para practicar sus trompos alrededor de las jardineras montando un jaleo impresionante. Pa flipar.

Disfrutando como enanos en las camas elasticas del parque de atraccionesEso sí, los pekes llevan ya un buen rato dormidos y ni se enteran. Los coches nos dan la serenata a ratos durante un par horas y cuando ya se han quedado sin ruedas, sin gasolina o sin ganas, se van y nos dejan dormir tranquilos. A la mañana siguiente esta todo el parking lleno de marcas de derrapes y todavía huele a goma quemada. Una pasada.

Celebrando el cumpleaños de los pekesComo necesitamos cargar agua y descargar los depósitos impensablemente, nos vamos al único camping que tiene Bucarest y negociamos un poco para poder pasar allí un par de días, preparando rutas, escribiendo, y celebrando el cumple de los pekes. Al final nos quedamos por 80Lei/día (unos 20€).

Visitando los hangares interiores del museoEl primer día simplemente  nos dedicamos a "estar" tranquilamente aprovechando para los trabajitos que nos van quedando pendientes. También conocemos a una pareja de franceses (Alex y Auriel) que están en ruta hacia Mongolia con un autobús preparado de 12 metros donde también viven cuando están en Francia. ¡Impresionante!

Al día siguiente es el cumple de los peques y hacemos una mini-celebración en el desayuno y nos vamos a visitar más cosas de Bucarest que tiene mucho que ver.

Posando junto a un MIG-29 rumanoNuestro primer destino es el museo de la aviación y al contrario de lo que se podría pensar de algo así en Rumanía, resulta que está muy bien y tiene una zona interior con varios hangares llenos de modelos de todas las épocas y la historia de la aviación rumana y mundial y una zona exterior con un montón de aviones y helicópteros retirados de la fuerza aérea rumana que resultan muy espectaculares aunque se les nota faltos de cuidado y la intemperie está haciendo mella en ellos. Como curiosidad, también está el helicóptero en el que huyó de Bucarest Ceaucescu en la revolución de 1989.

Visitando otra zona del parque HerastrauPor la tarde nos vamos a otra zona del parque Herastrau, al otro lado del lago, en la que no habíamos estado antes y pasamos allí lo que nos queda de tarde, visitando unos cuantos parques más y un enorme skate-park donde están haciendo unos saltos en bici increíbles.

Enormes cabezas jalonan una pequeña plaza dentro del parqueHan sido seis fantásticos días en Bucarest. Mucho más de lo que pensábamos quedarnos y es que la capital rumana nos ha sorprendido y se ha mostrado como una ciudad muy acogedora, con un montón de zonas verdes y enormes parques donde los pekes han disfrutado de lo lindo y donde no ha sido complicado moverse con la autocaravana. Muy recomendable. 

Nos despedimos de Alex y Auriel, la pareja francesa, que se van a quedar unos días más en el camping esperando su visado ruso y salimos ya de Bucarest camino de Brasov.