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Dejamos Izmir y nos ponemos en marcha hacia Selçuk con un día regular. No llueve pero está bastante desapacible. Cuando vamos por la autopista a unos 20 Kms. de Selçuk nos adelanta una furgoneta, nos pita y nos saluda.

Llegando a SelçukNo sabemos muy bien porqué, imaginamos que una autocaravana en estas fechas llama la atención. Por si acaso respondemos al saludo. Más adelante sabremos el porqué.

Llegamos a Selçuk y vamos directos al camping Garden. Se supone que está abierto pero nos tenemos que abrir nosotros mismos la puerta porque está solo abierta a medias y la autoca no pasa.

Aparcados en el Garden CampingCuando llegamos hasta la zona de los edificios de servicios, vemos una furgoneta aparcada como la que nos saludó en la autopista y de ella sale un señor muy sonriente hablando en italiano. Resulta que era él el que nos pitó, imaginando que veníamos al camping. También es verdad es que en estas fechas y en esta zona no hay mucho donde elegir para quedarse en Selçuk o alrededores

Hablamos un rato y resulta que es italiano-turco y tiene también una casa en Sirmione (Lago di Garda, norte de Italia)  que nos trae fantásticos recuerdos de nuestro paso por allí (Es uno de los sitios que repetiríamos sin pensarlo).

Vista de la zona de servicios del campingLas instalaciones del camping están justitas aunque es lo normal en estas fechas pero cuando hablamos del precio nos saca la tarifa de temporada baja y después de achuchar un poco, se nos queda en 22€ la noche. Nos parece bastante caro para lo que hemos estado pagando hasta ahora en Turquía pero no tenemos otra opción para los siguientes días y nos quedamos aunque con mal sabor de boca.

Vista de la colina y castillo de Ayasuluk desde el camping

Lo primero que hacemos es poner un par de lavadoras aprovechando que no llueve. No estamos muy seguros del programa a poner y el guarda del camping tampoco nos ayuda demasiado. Al final dejamos las dos lavadoras puestas pero como están tardando mucho, se quedan funcionando y las recogeremos cuando volvamos a la tarde.

Zona donde se supone que esta la tumba de San JuanDesde el camping hay una vista espectacular del castillo de Ayasuluk sobre la colina del mismo nombre y en cuanto comemos y fregamos, aprovechando que el tiempo aguanta, nos vamos a visitarlo. El castillo está junto a las ruinas de la Basílica que se supone que alberga los restos del apóstol San Juan, que según cuentan los historiadores, fue a quien Jesús, encargó  el cuidado de su madre y tanto él como la Virgen María se trasladaron allí desde Jerusalén.

Vista del castillo de Ayasuluk desde la basílica de San JuanAl final es lo único que podemos visitar esta tarde porque el castillo está cerrado por restauración. Nos hacía mucha ilusión visitarlo porque el aspecto desde fuera es impresionante pero nos conformamos con visitar todo el resto de la basílica y alrededores que tampoco están mal y tiene unas vistas preciosas.

Fachada de entrada a la Basilica de San JuanPara completar la tarde damos un paseo por el pueblo, tomamos algo y al final nos sentamos a cenarnos unas pizzas turcas. Volvemos de vuelta a la autoca y justo nos da tiempo a llegar al camping antes de que empiece a llover. Mientras Elena se encarga de la cena, recojo las lavadoras que ya han terminado y tiendo la ropa a cubierto aunque con esta humedad les va a costar secarse.

Zona de tiendas en la entrada de EphesosNoche pasadita por agua y el día siguiente también. No tenemos planes con esta lluvia así que aprovechamos para adelantar clases, preparar crónicas y todo el montón de pequeñas cosas que se nos van quedando pendientes en el día a día. El WIFI de camping ha dejado de funcionar y aunque se lo comunicamos al encargado nos dice que ya pasaran a revisarlo. ¡Encima de pagar 22€ y sin WIFI. Estamos bastante mosqueados y como mañana salga el sol, nos largamos!

Al día siguiente el cielo aparece azul así que recogemos la colada, cargamos depósitos y nos disponemos a salir para visitar Ephesos.

Vista del teatro. Está muy bien onservadoCuando voy a pagar el camping, me llevo la desagradable sorpresa de que encima nos quiere cobrar dos lavadoras cuando la segunda nos la puso él medio vacía con los restos que no nos entraron en la primera y que nosotros pensábamos dejar para otra ocasión. Se lo intento hacer ver pero el encargado no habla inglés y el jefe no está. ¡Al final pagamos pero nos vamos cabreados!

Fachada de la biblioteca de CelsoMenos mal que Ephesos nos quita el cabreo. Las ruinas de la ciudad son espectaculares. Realmente son de lo mejor que hemos visto, tanto por calidad como por extensión. Hay mucho para ver y nos tiramos más de 2 horas andando. Se nota que es un destino turístico de primera línea porque hay bastante gente aunque lo que nos llama realmente la atención es la cantidad de grupos de japoneses. Os es un pueblo que viaja mucho o nos los estamos encontrando nosotros a todos y lógicamente será más lo primero que lo segundo.

Urinarios publicos. Todos juntitos haciendo sus cosas, jejeTodo el entorno es increíble. Empezamos por el teatro, seguimos hasta la famosa fachada de la Celsus Library y hacemos todo el resto del recorrido metiéndonos por todos los vericuetos que encontramos. Nos llaman la atención de urinarios públicos de la época. Por su configuración, parece que compartían en grupo el santo momento de sentarse en el trono. ¡Curioso!

Suspendidos sobre piedras milenariasTerminamos visitando la iglesia de la Virgen María. Está un poco apartada de las ruinas de la ciudad pero merece la pena el paseito adicional. Despues de un par de horas, terminamos ya y nos volvemos a Selçuk para buscar un sitio donde dormir. No queremos ni oír hablar de volver al camping.

Aparcamos en un calle un poco apartada del centro y comemos allí pero estamos un poco inclinados y resulta incómodo.

Iniciación al fregoteo. Igual al final me consigo librar de él...

Con lo pesado que suelo ser para estas cosas, al final nos movemos y buscamos otro aparcamiento en una calle perpendicular al lado de un colegio. ¡Ahora sí que estamos derechitos!

Unai me sorprende y se anima a fregar así que le doy un cursillo rápido y  no se le dá mal. A ver si con un poco de suerte me libro de vez en cuando. Terminamos el fregoteo y nos preparamos para salir de paseo con la idea de buscar una peluquería para cortar el pelo a los pekes. Durante las vueltas que hemos dado estos días por Selçuk, hemos visto un montón de ellas así que no creo que sea difícil.

Los pekes con su corte turcoEncontramos una muy cerca de donde estamos aparcados. Preguntamos el precio y nos dicen que 10TL (unos 3,5€). El sitio tiene muy buen aspecto y el chico que corta el pelo nos da buen rollo así que nos quedamos. Se pone manos a la obra empezando con Unai mientras nosotros  esperamos sentados hablando. El corte es muy chulo e Iker ya va más confiado después de ver a su hermano. El trabajo del chico es impecable y salen nuestros pekes con el mismo corte de pelo que les vemos a la mayoría de los niños turcos de su edad. ¡Están saladísimos!

Montando los puestos de frutas y verduras en el mercado de SelçukPasamos una noche muy tranquila al lado del colegio y a la mañana cuando me levanto para ir a por el pan, veo que todo el centro de Selçuk, incluyendo la calle por la que deberíamos salir, es un gran mercado. Al parecer los comerciantes se agrupan por sectores y en la calle principal está todos los puestos de frutas y verduras. La forma en que colocan las frutas en los puestos resulta muy atractiva y colorida. Es temprano y muchos de los puestos todavía se están montando y puedo ver como limpian una a una cada pieza de fruta y las van poniendo en filas superpuestas formando pirámides. Es un curro pero queda precioso.

Puestos de textil en una de las calles perpendicularesSe lo comento a la family y decidimos que saldremos un poco más tarde y nos damos una vuelta para ver el mercado. Resulta que la calle que he visto yo, solo es una de las muchas que hay y todas las calles perpendiculares aparecen abarrotadas de puestos de todo tipo. Aparte del paseo, aprovechamos para comprar algunas cosillas que necesitamos y ya a media mañana, buscamos una ruta alternativa para salir de Selçuk esquivando el mercado y nos ponemos rumbo al Lago Bafa.

Unos buenos amigos nos esperan allí.

posted by Julio

Aunque el destino final de esta etapa es la ciudad de Izmir, ciudad natal de Homero, vamos a hacer algunas paradas en medio de la ruta para conocer un par de sitios que nos pillan de paso.

Aparcados en Aliaga, en el paseo maritimoLa primera de estas paradas es Aliaga, un pueblo costero del que no habíamos oído hablar pero que está muy a mano en nuestra ruta. Según vamos entrando al pueblo se ven varias zonas de parking con parques al lado del paseo marítimo y tomamos nota mental para cuando toque buscar donde dormir. Antes queremos hacer la compra y el GPS nos lleva a un Carrefour que está dentro del pueblo. No tiene parking pero conseguimos aparcar a un par de calles y nos llevamos nuestras superbolsas ecológicas para luego poder llevar la compra hasta la autoca.

Por cierto, esto de las bolsas reutilizables no ha llegado todavía a Turquía y en los hiper te siguen ofreciendo todas las bolsas de plástico que quieras.

Parque frente a nuestro aparcamiento en AliagaEl asunto de cuidar la limpieza del entorno es otro tema que no ha arraigado en Turquía y es absolutamente normal ir por la carretera y ver como los conductores arrojan las botellas de agua vacías por la ventana e incluso hemos visto echar una botella de cocacola 2 Lt. medio llena. Y lo de hacer un picnic en cualquier sitio y dejar allí todas las botellas, latas y demás, también es algo completamente normal.

Industrias y depósitos en la orilla opuestaCon la compra ya solucionada y estibada, toca buscar aparcamiento para dormir y nos dirigimos hacia la zona que hemos visto a la entrada del pueblo. Para entrar al parking que nos interesa hay que hacer un cambio de sentido un poco extraño y la primera vez me confundo de entrada con lo que nos toca dar toda la vuelta otra vez pero a la segunda va la vencida y nos aparcamos en un sitio genial en pleno paseo marítimo y al lado de un parque de columpios y una cancha de baloncesto. La única pega es que está cerca de la carretera principal y será un poco ruidoso pero con lo cansaos que acabamos los días, ni nos vamos a enterar.

Los pekes posando al atardecerQueremos dar un paseíto pero viendo el campo de baloncesto vacío, no nos podemos resistir y hacemos un minipartidillo para soltar las piernas que hace tiempo que no tenemos un campo en condiciones. Después de una buena ración de patadas, aprovechamos el ultimo rato de luz para conocer la parte del paseo marítimo que se acerca hacia el pueblo.

Barcos de pesca atracados muy cerca de nuestro aparcamientoEs muy bonito pero empieza a haber mucha humedad y como estos últimos días, en cuanto se pone el sol la temperatura cae en picado así que nos metemos en una de las dos cafeterías que vemos abiertas en esta zona y para nuestra sorpresa tienen puesta la calefacción así que se está de vicio y nos quedamos un buen rato tomando unos tecitos y unas patatas.

Aliaga - Parque en el paseo maritimoAl día siguiente, queremos ir hacia Foça, pero amanece tan bueno que ya que estamos aquí, preferimos salir a conocer Aliaga más a fondo y dejar Foça para la tarde. Echamos otro minipartido y nos ponemos en marcha  andando hacia el centro del pueblo por el paseo marítimo.

Tomando un tecito mientras los pekes jueganPasamos la zona que ya recorrimos ayer y seguimos adelante encontrándonos con que toda la banda litoral está dedicada a zona recreativa con mogollón de zonas verdes, parques de columpios, zonas de ejercicio, cafeterías… Una chulada y con el día que hace más, así que llegamos hasta un parque bastante grande con una cafetería y nos sentamos un rato mientras los pekes exprimen a fondo los tubo-toboganes tan habituales en estos parques turcos.

Los pekes jugando a tope en el parqueCansados y satisfechos, volvemos a la autoca para comer y ponernos en marcha hacia Foça. Foça era un pueblo que inicialmente no entraba en nuestros planes pero, cuando estuvimos en Tekirdag, Süreyya nos lo recomendó y nos pasó una referencia de un parking gratuito en el pueblo así que vamos a ver que nos encontramos.

Llegando a FoçaDespués de atravesar unos cuantos kilómetros rodeados de zonas militares, llegamos a la cuesta abajo final desde la que ya se puede ver el pueblo. Tiene muy buena pinta. Al parecer dentro de poco debe haber elecciones municipales en Turquía y la entrada del pueblo hay un hotel en el que se irá a celebrar algún acto porque está totalmente empapelado de parafernalia electoral.

Aparcados en el parking de Foça frente al marAtravesamos el pueblo a media tarde y se ve mucha actividad. Llegamos hasta el aparcamiento y es un parking municipal de tierra con sitio para 10 o 12 coches. Es genial. Está enfrente del mar y muy cerca del centro pero lo suficientemente apartado para ser tranquilo, por lo menos en estas fechas. Un buen sitio para pasar un par de días.

Paseando por Foça al atardecerNos instalamos y enseguida nos vamos a conocer el pueblo. Es un viernes de febrero pero no llueve y por la gente que hay por la calle, esto parece verano. !Cantidad de gente paseando! Nos gusta mucho el ambientillo que se respira por sus calles. ¡Hay movimiento pero sin ser un agobio!

Murallas exteriores de la ciudadNos damos la vuelta completa por las murallas que dan al mar pero ya se nos echa la noche encima y acabamos tomando algo en una cafetería cercana a nuestro aparcamiento. Llevamos unos días sin comunicarnos con casa porque no nos funciona el router 3G. Por lo que hemos leído en Internet, lo más probable es que nos lo haya bloqueado el gobierno turco como suele hacer con los dispositivos que no son comprados en Turquía y hasta que lo solucionemos estamos tirando de WIFIS así que nos hemos traído el portátil en la mochila y aprovechamos el wifi de la cafetería para ver y hablar con la familia.

Vista del cerro y los molinos desde la baseCuando volvemos a la autoca hay aparcada una VW T3 turca frente a nosotros con una parejita dentro. Hago una intentona de comunicarnos pero no hablan inglés y nuestro turco no da para tanto. Una pena esto del idioma.

Al día siguiente amanece nuboso pero sin pinta de llover y nos vamos de excursión a subir un pequeño cerro que hemos visto a la entrada del pueblo con unos molinos en la cima. Está al lado del "hotel electoral" y hoy sábado, debe ser el evento porque hay mucho movimiento y mucha seguridad en los alrededores.

Vista del molino principal

Nosotros a lo nuestro y nos ponemos en marcha hacía los molinos. Subimos enseguida y cuando llegamos arriba, tenemos que andar con cuidado porque la otra vertiente del cerro se despeña a pico y los pekes son un poco kamikazes para esto de las rocas. Recorremos los tres molinos de la arista cimera pero no hay mucho más y después de un poco de "escalada" en la parte segura, nos vamos para abajo que todavía nos sobra un rato para visitar el pueblo. 

Replica de una antigua nave de las que salian desde Foça a comerciar por todo el mediterraneoRepetimos el paseo del viernes pero con luz. Resulta que el nombre de la localidad (Foça) viene de las colonias de focas monje que habitan en las islas cercanas y que están en peligro de extinción. Por todo el paseo marítimo hay carteles anunciando salidas en barco para recorrer la zona aunque imagino que en esta época no funcionaran porque no se ve a nadie por los alrededores. En una de estas islas es donde Homero sitúa a las sirenas que acechan a Ulises y su tripulación en la búsqueda de su amada Ítaca.

La zona de las cinco puertasAcabamos el paseo en la lonja de pescado y nada más entrar vemos un pequeño tiburón en el suelo de la lonja frente a uno de los puestos. Los pekes se acercan con curiosidad. Nunca han visto uno tan de cerca. Imagino que ya está requetemuerto pero la verdad es que parece que se vaya a girar en cualquier momento y a soltar un mordisco. Salimos y el tiempo se está cerrando y empieza a chispear así que para la autoca y tarde casera.

Colores magicos al atardecerEl domingo me levanto y voy a por el pan y de camino veo una tienda de Turkcell (la principal compañía turca de telefonía) que está abierta y vacía así que entró a ver si hay suerte y hablan inglés. ¡Bingo! Esta vez sí. Uno de los dos chicos que está en la tienda habla inglés perfectamente y le cuento nuestro problema con el router 3G y la tarjera de datos. Hace unas consultas en el ordenador y me dice que efectivamente nuestro dispositivo está bloqueado y que si queremos desbloquearlo hay que ir a una oficina de hacienda y pagar 150TL.(unos 50€)

Haciendo un poco de ejercicio en el parque frente a la autocaLa alternativa es comprar un Router 3G de Turkcell e instalar en él nuestra tarjeta de datos. El router cuesta 70€ y por la diferencia me decido por comprarlo porque todavía nos queda mucho tiempo en Turquía y no es cuestión de ir dependiendo de los WIFIs para todo. Además así tenemos uno de repuesto porque también lo podemos usar en cualquier otro país.

Lo compro, lo pruebo en la tienda y ¡funciona! Tema internet solucionado. Habíamos consumido nuestro paquete inicial y compramos 10Gb. adicionales por 79TL (unos 26€). Bien administrados, creo que nos llegarán para toda nuestra estancia en el país. ¡Veremos!

Aparcados en el parking de Izmir. Hoy ha llovido aqui.Después de desayunar tranquilitos, dejamos Foça camino de Izmir. Llegamos al mediodía (Ya conocéis nuestra manía de llegar a las grandes ciudades en domingo, jeje ) y el primer parking que teníamos marcado resulta ser una zona llena de cafeterías que, hoy por lo menos, está a rebosar y casi casi no la podemos ni atravesar. En nuestra segunda opción tenemos más suerte y es un parking en la zona de Konak rodeado de carreteras pero muy cercano a la plaza del reloj y a la zona comercial de Kemeralti. Cuesta 5.5TL al día (unos 2€) así que nos quedamos. A la hora que llegamos nosotros hay bastante movimiento pero incluso así conseguimos encontrar una esquinita tranquila.

Alrededores de Konak, donde estamos aparcadosMientras Elena ultima la comida, me doy una vuelta por los alrededores y veo que una parte del parking y los alrededores de la estación del ferry están en obras. A pesar de eso, el entorno es precioso y hay cantidad de gente paseando por la zona a pesar de que el tiempo no es bueno. Imagino que es porque es domingo pero podremos comprobar en los siguientes días que esto es lo normal en cualquier momento. 

Paso desde el paseo marítimo a la plaza del relojLe cuento a la familia mis impresiones y en cuanto termino de fregar, nos vamos de paseo a conocer Izmir. Enseguida salimos del parking y llegamos al paseo maritimo, y flipan como flipé yo hace un rato. Todo el entorno es precioso y llegamos hasta la plaza del reloj que sigue muy transitada.

Plaza del relojNos comemos unos simit por el camino y nos metemos en las callejuelas de la zona comercial de Kemeralti. Después de un rato de andar, se nos hace de noche y acabamos ya un poco cansados de tanta tienda así que nos metemos en una cafetería del enorme centro comercial que hay cerca de la plaza del reloj. 

La plaza del reloj ya de nochePor probar algo nuevo Elena se pide un té con limón pero le traen una taza con agua caliente y un sobrecito al estilo europeo. ¡Vaya desilusión! Además está bastante malo. Yo me pido un té de manzana pero no tiene nada que ver con el que nos tomamos en Estambul. ¡Vaya chasco de cafetería, la verdad! Echamos el rato pero está claro que los centros comerciales no son un buen sitio para probar cosas típicas.

Una de las entradas al Kultur Park de IzmirAl día siguiente toca pateada por la ciudad. La idea es ir hacia la zona de Alsansak recorriendo el paseo marítimo hacia el norte. En estos paseos vemos desde señoras con burka hasta cuadrillas de chicos y chicas de estilo completamente occidental y en algunos casos incluso paseando juntos. De todas formas Izmir es unas de las ciudades mas occidentalizadas de Turquía y eso se nota. Seguimos hacia el norte y a medio camino nos topamos con la oficina de turismo y conseguimos un mapa de la ciudad que nos ayuda a situarnos. Vemos donde estamos y resulta que no estamos lejos del Kultur Park, una especie de gran parque recreativo en el centro de la ciudad, con jardines, paseos, estanques e incluso un pequeño parque de atracciones (Luna park) que en estas fechas está cerrado.

Jugando en un parque dentro del Kultur ParkLlegamos hasta allí y hacemos un primer recorrido, parando en un parque para que jueguen los pekes y después de un buen rato, salimos a comer a un McDonalds que hay cerca de la puerta del parque (lo sé,  lo sé… pero no siempre podemos resistirnos…)

Jardines dentro del Kultur ParkDespués de comer volvemos al Kultur park y recorremos la parte que nos falta que es bastante y al final de la tarde nos hemos metido unos cuantos kilómetros entre pecho y espalda. Los pekes empiezan a quejarse (creo que esta vez con razón, jeje) y todavía nos queda un trecho de vuelta hasta la autoca. Echo mano del mapa y volvemos por el camino más corto que no es cuestión de dar rodeos a estas horas. ¡Estamos todos bastante machacaos!

Jugando en una escultura en el paseo maritimoEn el camino de vuelta llegamos hasta el paseo marítimo y pasamos por una escultura que es como el armazón de un barco antiguo y que a los pekes les encanta y ¡oh magia!, se les pasa el cansancio en el acto y tenemos que parar un rato para jugar ante la amenaza de un motín infantil.

Vista de la torre del ascensor y la bahia de Izmir al fondoEl tercer día vamos hacia la zona de asansor que se supone que es donde está el barrio judío. No estamos lejos y andando por el paseo marítimo hacia el sur llegamos enseguida hasta la torre ascensor que salva un desnivel de más de 50 metros sobre el nivel de la calle inferior. Subimos a la zona superior y las vistas son esplendidas pero no hay mucho más que hacer que sacar unas fotos y quedarse a tomar algo el restaurante que está justo a la salida del ascensor. 

Escaleras en el barrio de AsansorNos damos una vuelta por la zona de arriba pero solo vemos un barrio bastante feote y muy empinado pero nada que nos evoque un barrio judío. Bajamos de nuevo y en el camino de vuelta nos damos cuenta de que a pocas calles del ascensor, hay una sinagoga bastante grande. Imaginamos que esta zona será lo que llaman barrio judío pero aparte de eso no vemos nada que lo distinga del resto de zonas de Izmir que hemos visitado. Está claro que esta visita no la hemos preparado mucho y nos volvemos para la autoca sin tener muy claro si hemos estado en el barrio judío o no.

Saltando de piedra en piedra en el parque de KonakA la tarde nos quedamos por la zona de Konak. Volvemos al esqueleto del barco y al final de la tarde nos movemos a los grandes jardines que hay frente al centro comercial donde los pekes  disfrutan de su pasatiempo favorito: trepar y saltar por las piedras. Es martes por la tarde, el tiempo acompaña y hay tanta gente paseando como el domingo. ¡Qué maravilla!

Atardecer en IzmirEl dia ha sido fantastico y para poner la guinda al pastel, nos acaba obsequiando con un esplendido atardecer. Hemos disfrutado de unos días estupendos en Izmir.

Ahora nos vamos de nuevo hacia el interior. Queremos visitar Selçuk y Ephesos, la ciudad antigua mejor conservada de Turquía.

posted by Julio

Salimos de Troya con la idea de llegar a Bergama en tres días aprovechando para conocer algunos pueblos costeros que nos pillan de camino en la ruta.

Aparcados junto al mar en AyvalikEl primer pueblo donde queremos parar se llama Altinoluk y ocupa una enorme extensión de terreno paralela a la costa. Hace un viento de narices que llega directo desde el mar pero por lo menos no es racheado. Aparcamos donde habíamos visto en Google maps y resulta un sitio genial y tranquilo.

Paseando por el puertoDamos un paseíto por el pueblo y aunque ahora no hay mucha gente, ya se ve que en verano esto tiene que ser un mundo. Con la tontería hemos andado bastante y los pekes empiezan a quejarse. Buscamos un sitio para sentarnos a tomar algo y descansar un rato. Finalmente encontramos una cafetería frente al mar que también dan comidas rápidas y decidimos que nos quedamos a comer allí.

Los pekes dando cuenta de sus tortillas en cazuelitaNosotros nos pedimos una Ayvalik Tostu (un sandwich con rebanada grande que lleva, ensaladilla rusa, tomate, lechuga, embutido…) y para los pekes unas tortillas que te sirven en unas cazuelitas de barro y unas patatas. Todo está superbueno y hasta los pekes se comen casi toda la tortilla (también será el hambre que tenemos, jeje). Toda la comida, con los tes y el agua incluida, nos sale por 30TL.(10€) Así da gusto. Por los menos aquí, el dinero nos cunde un poco. Despues de comer vuelta a la autoca y tarde casera.

Vista del paseo maritimo desde nuestro aparcamientoDespues de una noche ventosa pero tranquila, desayunamos y nos ponemos en marcha hacia Ayvalik. El tiempo no es malo pero tampoco es bueno. No llueve pero hace bastante frio y esta nublado. Llegamos a Ayvalik pero en este caso el sitio que habíamos visto no nos gusta demasiado y seguimos un poco más adelante hasta que encontramos un aparcamiento junto al paseo marítimo que está bien. Está cerca de la carretera pero no encontramos nada mejor y el sitio nos da buen rollo así que nos quedamos.

Recorriendo el paseo maritimo hacia el centro del puebloDesde allí recorremos el paseo que no es muy grande y como llegamos enseguida al final, nos damos la vuelta y acabamos en una cafetería que está al lado del campo de futbol del pueblo donde ahora están entrenando unos chavales poco mayores que los nuestros.

Jugando en el parque junto al campo de futbolLa cafetería debe ser municipal o algo así porque los precios son superpopulares. Nos cobran por un té 0,5TL (unos 15 cent.). Pasamos un rato muy a gusto y ya de camino a la autoca, nos pasamos por un DIA a hacer algo de compra (¡Si, en Turquía también hay DIA!). 

A la tarde damos una vuelta hacia el otro lado del paseo marítimo pero no hay mucho más que ver y acabamos en otra cafetería porque en cuanto se hace de noche hay muchísima humedad y frio y la cosa no está para estar por la calle.

Fortaleza de Cardarli. Estaba cerradaAl día siguiente, Dikili es nuestra tercera parada en el camino hacia Bergama pero como llegamos muy pronto, decidimos acercarnos hasta Candarli que es un pueblo que está a pocos kilómetros y que tiene una fortaleza medieval muy chula. Cuando llegamos, resulta que la fortaleza está cerrada así que no podemos visitarla pero como ya estamos aquí, de perdidos al rio, y nos damos una vuelta por el pueblo. El día está bastante triste y no hay mucha gente paseando pero tenemos la misma sensación que en Altinoluk, ¡esto en verano tiene que estar a rebosar!

Así ponen los cajeros en Turquía (Aparte de los cajeros normales)Con la cosa del paseo se nos ha echado la mañana encima y nos vamos a quedar a comer en Candarli que así volvemos a Dikili ya comidos y la intendencia es más sencilla. Encontramos un sitio con buena pinta cerca de la autoca pero en cuanto entramos nos damos cuenta de que casi hace más frio dentro que fuera. ¡No hay calefacción o por lo menos no la tienen encendida! Y eso que hay bastante gente comiendo. Eso sí, todo el mundo con su chaqueta puesta y felices de la vida.

Mercado dominical en CandarliAsí que aplicamos la máxima de "Allá donde fueres haz lo que vieres" y nos sentamos con nuestros abrigos puestos y nos zampamos un par de rollos de Kebab y unos sandwiches para los pekes que se comen a medias y nos vamos enseguida para Dikili que no está la temperatura del local para hacer mucha sobremesa. Llegamos a Dikili a media tarde y nos aparcamos en la carretera principal al lado de un parque y unas canchas deportivas pero como el tiempo no está para salir, acabamos haciendo tarde casera.

Amanece un dia explendido en DikiliPara nuestra sorpresa, al día siguiente amanece esplendido y aunque nuestra idea era salir para Bergama prontito, decidimos quedarnos a disfrutar de este regalo, que nos apetece cargar sol después de varios días un poco oscuros. Nos vamos a ir ya de paseo cuando al plegar la escalerilla de la entrada, se nos queda atascada. Hago varias pruebas y no consigo ver qué pasa así que la aseguro con cinta americana para que no se abra mientras viajamos y ya la revisaré a fondo cuando lleguemos a Bergama que en el Kamp estaremos más tranquilos.

Disfrutando del solecito mañanero en DikiliDe momento, con el dia que hace, nos olvidamos de la escalera y nos vamos a pasear hasta en centro absorbiendo calorcito y después del paseo nos sentamos en una cafetería frente al puerto a tomar un te como dios manda sin tener que abrocharnos la chamarra hasta arriba. ¡Ah, que gustazo!

Aparcados en el Kamp de BergamaCon el calor en el cuerpo nos ponemos de camino a Bergama y llegamos enseguida. El Kamp está en obras porque están adoquinando el camino de entrada pero nos hacen un huequito para entrar y el sitio está genial. Nos aparcamos cerca del restaurante para pillar bien el WIFI y me lio con el tema de la escalerilla de la entrada. Desmonto el mecanismo y veo que no hay nada roto. Me da la impresión de que es un problema de suciedad así que limpio todo bien y lo vuelvo a montar y ¡Voila!, funciona.

El resto del día lo pasamos entre descargar depósitos, poner lavadoras, cocinar… mientras los pekes andan a lo suyo jugando en una esterilla enorme que les he puesto sobre la hierba.

Subiendo en teleferico a la Acropolis de BergamaAl día siguiente nos vamos a visitar la acrópolis de Bergama. Se llega enseguida hasta el parking de autobuses. Yo había visto en el maps que hay carretera hasta arriba pero nos dicen que es posible con un coche pero bastante complicado para una autoca así que nos quedamos allí. Nos quieren cobrar 19TL por aparcar pero después de llorar un poco nos lo deja en 9TL.

Llegada a la Acropolis en el telefericoDesde el parking hasta la acrópolis hay un buen trecho de distancia y de desnivel que se salva en un teleférico muy chulo. (10TL por cabeza, los niños no pagan). Los pekes no habían montado nunca en uno y se ponen un poco nerviosos con la novedad aunque enseguida se acostumbran. No hay mucha gente y vamos en una cabina para nosotros solos. El trayecto dura cinco minutos pero merece la pena porque las vistas son espectaculares. 

Restos de la entrada al templo

Arriba hay unas cuantas tiendas de souvenirs y pasándolas, enseguida se entra a la acrópolis. Es realmente espectacular y en cuanto a zona visitable, no tiene nada que envidiar a la de Atenas, de hecho, a nosotros, nos gusta más.

Intentando tirar las columnas, je jeNo es tan grande en cuanto a extensión y dimensiones de los monumentos pero está mejor conservada y tiene más zonas para ver. Es impresionante el teatro que, aparte de ser enorme, es el que tiene más inclinación de todos los que se conservan actualmente.

Vista latera del teatro donde se puede apreciar la inclinacionTambién aquí están de obras porque están ampliando las pasarelas por las que te mueves entre las distintas ruinas y está quedando francamente bien. Las vistas desde cualquier lado de la acrópolis son increíbles mires a donde mires. Desde luego, sabían elegir los sitios. Terminamos la visita, tomamos un té en los chiringuitos de la entrada, compramos alguna cosilla en las tiendas de souvenirs y cogemos de nuevo el teleférico para bajar.

Nuestra idea es buscar aparcamiento en el centro de Bergama y quedarnos a dar una vuelta y buscar algún sitio para comer.

Entrando en el bazar cubiertoEncontramos aparcamiento pero el centro de Bergama no resulta un sitio demasiado agradable para pasear y enseguida nos vamos a buscar un sitio para comer. Nos metemos entre callejuelas y cuando ya estamos un poco cansados de dar vueltas, nos damos de frente con una especie de restaurante-chiringuito que nos da buen rollo y allí nos metemos.

No tiene mucha variedad pero todo lo que hay tiene una pinta estupenda y es comida en plan casero. Nos pedimos unas alubias para nosotros y arroz para los pekes y unas raciones de kofte de segundo. Todo ayudado por unas enormes raciones de yogourt que hacen las delicias de los pekes. ¡Guau, nos hemos puesto las botas!

Cuando vamos a pagar, no nos lo podemos creer, 45TL (unos 15€). Realmente en Turquía te puedes permitir un caprichito de vez en cuando.

Via principal de acceso a la zona principal del AsklepeionAl día siguiente, nos vamos a visitar el Asklepeion, una especie de sanatorio antiguo donde estuvo ejerciendo el famoso Galeno. Vamos después de comer pero como no acabamos de hacernos al horario turco (aquí se come a las 12), llegamos un poco justos porque cierran a las 16:30.

Tentando la suerte junto al agua en la zona de los bañosEn la entrada hay un cartel con precios del parking pero no viene nadie a cobrarnos. Imagino que estas horas ya no esperan a nadie. Entramos de todas formas y es una chulada, muy bonito y con un montón de pasadizos y túneles para visitar con los pekes y darle un poco de emoción a la cosa. 

Descansando en el teatro del AsklepeionJusto al lado del Asklepeion, hay una base militar repleta de tanques y casualidad hoy están de maniobras y se les ve perfectamente desde las ruinas. Incluso se escucha de vez en cuando el zambombazo de algún tanque disparando. Entre pitos y flautas, se nos pasa el tiempo volando y al final, cuando estamos descansando un poco en el teatro, nos tienen que venir a avisar los guardias de que van a cerrar.

El tercer y último día que pasamos en Bergama, madrugamos un poco y tendemos temprano la última colada para poderla recoger al mediodía y después de comer, salimos rumbo a Izmir con unos cuantos días en medio para disfrutar de lo que encontremos por el camino.

posted by Julio

Salimos de Bursa con buen tiempo pero según nos vamos moviendo hacia el oeste el tiempo va empeorando. La ruta es larga y tenemos pensado hacerla en tres días parando en un par de sitios para dormir.

Aparcados frente a un centro comercial en las afueras de BandirmaComo no hay nada conocido en nuestra ruta cogemos google maps y elegimos a ojo Bandirma que es una ciudad pequeña y Cardak que es un pueblito porque parece que en ambos se puede aparcar fácil pero no vamos con intenciones de hacer turismo y el tiempo además no se presta demasiado.

Cuando llegamos a Bandirma el tiempo está ya bastante desapacible con frio y viento y lo que parecía un aparcamiento fácil no lo es tanto y al final conseguimos aparcar frente a un centro comercial en la entrada de la ciudad y allí vamos a pasar la noche. Nos acercamos al centro comercial por estirar un poco las piernas y está a tope como casi siempre que hemos entrado a uno. En esto de los centros comerciales no hay ninguna diferencia con cualquier otro centro europeo donde hayamos estado. En ese sentido están tan globalizados como nosotros.

Estación de Ferry en CardakA la mañana siguiente seguimos viaje y llegamos a Cardak con un tiempo parecido al de ayer, bastante frio y lluvia de vez en cuando. Estos días, la calefacción está haciendo su trabajo y lo hace a las mil maravillas. Nuestra Laika está bien preparada y dentro de la autoca estamos calentitos. Cardak es un pequeño pueblo con una terminal de Ferry que cruza el estrecho de Çanakkale y permite pasar a la parte europea ahorrando toda la vuelta por Estambul.

Damos una vuelta por el pueblo para buscar un sitio tranquilo para aparcarnos y al final nos quedamos en un pequeño aparcamiento de tierra junto al campo de futbol y aprovechamos el día para nuestras cosas cotidianas porque no apetece nada salir.

Aparcados en el Troia Kamp en TevfikiyeDespués de una noche muy tranquila, desayunamos y nos ponemos en marcha que todavía nos queda una tirada hasta el pueblito de Tevfikiye, al lado de las ruinas de Troya (También le llaman Troia o Truva). Llegamos al área a media mañana. Es un área pequeña pero muy bien preparada. Incluso tenemos lavadora y aprovechamos para hacer un par de coladas que tendemos dentro del cobertizo porque de momento el tiempo no está muy claro.

Edificio cafetería-restaurante junto al area.En la misma área hay una especie de cafetería-restaurante con tienda de souvenirs incluida y el primer día, mientras Elena hace clase con los pekes, yo aprovecho las mesas de la cafetería para adelantar trabajo con el ordenador mientras me tomo un tecito. Cuando voy a pagar y me piden 3TL por el té me parece un poco caro para lo que hemos estado pagando hasta ahora y me lo pienso las siguientes veces. Al terminar me doy un paseo y busco la entrada para ir a la tarde a las ruinas de la ciudad de Troya que resulta que están bastante cerca a unos 500 mts. siguiendo la carretera.

Entrada a las ruinas de Troya. Esta todo en obras.Esa misma tarde nos vamos a visitarlas. Es curioso que a pesar de que todo el mundo conoce la historia del caballo de Troya, muy pocos saben ubicar la ciudad y mucho menos que está en Turquía (nosotros los primeros que no sabíamos exactamente dónde estaba).  

Replica del caballo de Troya. Al parecer este no les gusto a los chicos de Holliwood.Al llegar a las ruinas, vemos que toda la zona de la entrada está en obras y con un aspecto un poco dejado pero imagino que en estas fechas es normal. El reclamo turístico por excelencia es el gran caballo de madera que hay nada más entrar en la zona arqueológica y donde todo el mundo se hace las fotos de rigor.

Mirando las ruinas de la ciudadDespués recorremos el circuito arqueológico de las ruinas de la ciudad y descubrimos gracias a nuestra audio-guía que no hay una sola Troya sino unas 12 Troyas distintas a lo largo de la historia y la que Homero menciona en la Iliada es solo una de ellas. Hacemos el recorrido bastante rápido porque no hay casi nadie y justo justo empieza a chispear cuando estamos llegando de vuelta al caballo.

Les das confianza a los gatos y se te suben a la chepa!Allí nos quedamos un rato curioseando en la tienda de souvenirs y jugando en la base del caballo y se nos acercan unos gatos que, en cuanto te agachas un poco para acariciarlos, se te suben a los hombros y se quedan allí como si fueran un loro. A los pekes les hace mucha gracia y se quedan un rato jugando con ellos. Cuando ya se aburren, nos volvemos al área y disfrutamos tranquilamente del resto de la tarde.

Fortaleza junto al museo navalAl día siguiente nos vamos a visitar la ciudad de Çanakkale. No tenemos un sitio claro para aparcar la autoca y después de unas vueltas por las estrechas calles de la zona del puerto, encontramos un parking cerca del museo naval y allí aparcamos. El chico del parking nos avisa que a las 6:30 cierra el parking y que si queremos sacar la autoca, tenemos que estar antes de esa hora. Tomamos nota.

Restos de un submarino turco hundido en la primera guerra mundialVisitamos el museo naval militar que son un conjunto de jardines donde está expuesto diverso material naval militar como torpedos, minas marinas, cañones, etc… Tiene hasta los restos de un submarino turco hundido en la primera guerra mundial en la que Turquía combatió junto a los alemanes y también un periscopio de verdad donde los pekes salsean un rato mirando la costa del otro lado del estrecho . Todo el entorno está muy cuidado y es agradable pasear por allí.

Replica del caballo de Troya usado en la ultima versión Hollywoodiense.Desde los mismos jardines del museo seguimos el paseo marítimo hasta llegar a la zona céntrica de Çanakkale donde está la reproducción a tamaño real del famoso caballo que usaron en la película de Troya. Sin duda, Hollywood ha hecho más por esta ciudad que todo el ministerio de turismo turco.

De vuelta al área, aprovechamos para hacer la compra en un Kipa y nos sorprende por tener unos precios bastante ajustados. De las cadenas de hipers que hemos probado en Turquía, Kipa es la que mejor relación calidad precio tiene a nuestro juicio (Hasta ahora por lo menos).

Otro area de acampada en el mismo pueblo. La verdad es que no tenia muy buena pinta.Al día siguiente, clase por la mañana y a la tarde queremos hacer una pequeña excursión hacia el cabo que marca el final por el sur del estrecho de Çanakkale. Cuando estamos intentando salir del pueblo, nos aborda un señor que insiste en que le sigamos hasta que conseguimos hacerle entender que ya estamos en el Troia Kamp. Al parecer hay otra area en el pueblo que vemos cuando vamos camino de Kumkale y allí es donde nos quería llevar.

Pista de adoquines bastante bacheadaSegún google maps se puede llegar hasta el cabo y el GPS nos va acercando, pero pasando el pueblo de Kumkale, la carretera se convierte en una pista de adoquines que a ratos está bastante bacheada. La seguimos un rato pensando que será solo un trocito pero después de recorrer un par de kilómetros y de ver que nos quedan otros tres o cuatro, decidimos volvernos porque a la autoca le tiemblan todos los tornillos de andar por los adoquines y no nos hace mucha ilusión meterle una soba así sin necesidad así  que volvemos al área y disfrutamos de nuestra última tarde en Troya jugando tranquilamente al LEGO.

Nuestros días en Troya tocan a su fin y al día siguiente después de vaciar y llenar depósitos salimos camino de otra ciudad, en este caso menos conocida pero también con mucha historia, Bergama.

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Después de una noche de transición en un área de autopista, llegamos a Bursa. Aprovechamos un centro comercial que encontramos poco antes de entrar que tiene un Carrefour y hacemos la compra para los siguientes días.

Aparcados en un area de autopista cerca del Lago SapancaAl salir de hacer la compra nos topamos de bruces con una lavandería-tintorería y como ya tenemos un bolsón considerable volvemos a la autoca para cogerlo y traerlo. Nos cuesta un poco hacernos entender, pero conseguimos explicarles que solo queremos lavar y secar, sin planchar ni nada más. Incluso así el precio que nos proponen es bastante caro para lo que nos hemos encontrado hasta ahora pero creo que  nos lo vamos a ahorrar en dar vueltas por Bursa buscando otro sitio y al final lo hacemos allí.

Aparcados en el area de Bursa, Misi KampAhora toca buscar donde dormir. Tenemos unas coordenadas GPS de un área gratuita que nos pasó Sureyya en Tekirdag y vamos para allá. Está en las afueras de Bursa a unos 6 kms. del centro pero con el GPS lo encontramos fácil. En la entrada hay una puerta corredera que está cerrada pero en cuanto nos acercamos, sale un guarda de una caseta y nos la abre. Le decimos que venimos a pasar un par de noches y nos dice que sin problemas y que adelante, y además que efectivamente, es gratuita.

Edificio de servicios de Misi KampEntramos al área y flipamos. Las instalaciones son increíbles para lo que nos estamos encontrando en Turquía. Toda el área urbanizada, cada parcela delimitada, el suelo con adoquines abiertos para que no se encharque, tomas eléctricas, zona de desagüe, duchas, fregaderos, una zona de picnic super cuidada, columpios, salón social… ¡Guau, solo le falta tener WiFi para ser el área perfecta! Todavía nos estamos pellizcando por si es un sueño.

Vista del area al anochecer del primer diaNos enchufamos y enseguida viene el guarda junto con otro chico que parece ser el encargado y conversamos un rato. Al parecer, el área la gestiona una asociación caravanista de Bursa y es de acceso libre para los caravanistas que la necesiten. Imagino que en verano será difícil encontrar plaza pero ahora, aunque hay unas cuantas caravanas, estarán solo invernando porque estamos casi solos.

Unai de portero en nuestro primer partidilloNo nos habíamos dado cuenta pero a pocos metros de donde hemos aparcado, hay un campo de futbol de hierba artificial que también pertenece al área. ¡Increíble, esto tiene que ser un sueño y nos vamos a despertar de un momento a otro! Se lo enseño a los pekes y aunque nos tocaba clase, hacemos un rato de recreo y nos vamos a probarlo. ¡Que vicio de partidillo, me encanta disfrutar con los pekes de estos momentos tan sencillos pero tan especiales!

Lo único que no nos acompaña es el tiempo pero tampoco podemos pedirlo todo y con que  no llueva ya nos conformamos.

Entrada al mercado cubierto de BursaAl día siguiente queremos visitar el mercado cubierto de Bursa y Ulu Camii, la gran mezquita, que está al lado. Buscamos en Google Maps una zona para aparcar lo más cercana posible y nos ponemos en marcha. Bursa es una gran ciudad y se nota cada vez que quieres desplazarte en coche. El tráfico es muy denso y cuesta bastante llegar a los sitios pero en este caso la zona que había visto para aparcar resulta acertada y en quince minutillos de andar estamos en la zona del mercado.

Callejeando por el mercadoLo que más nos llama la atención de estos mercados turcos es la cantidad de gente que hay paseando y comprando un día cualquiera por la mañana. ¡Igual en España pasa lo mismo y no lo vemos porque estamos currando! A ratos parece un sábado por la tarde y hay cantidad de puestos callejeros de simit y otros tipos de bollos también de aspecto delicioso. Nos decidimos a probar otro llamado Fogaça y resulta que está relleno de queso feta, ¡uhmmm, delicioso!  y por 1TL (0,33€) cada uno.

Entrada a Ulu Camii, la gran mezquita de BursaSalimos del bazar y nos vamos a visitar Ulu Camii, la mezquita más grande de Bursa, que queda cerquita. Nos descalzamos y entramos pero, claro, después de ver la mezquita azul, es difícil, ver otra que te sorprenda aunque por lo menos en esta hay menos gente y se puede ver con más tranquilidad. Vueltita por el interior y para fuera.

En el exterior de la mezquita, hay unos servicios para chicos y para chicas y Elena aprovecha para entrar y puede presenciar como las mujeres se arreglan y se colocan el pañuelo en la cabeza que por lo que me cuenta, tiene su ceremonia y su técnica.

Tomando un tecito en un puesto en la calleDe camino hacia la autoca tomamos un tecito y acabamos nuestro primer día en Bursa en un precioso y enorme parque que hay cerca de donde hemos dejado la autoca. Los pekes juegan un buen rato y nosotros podemos descansar que nos hace falta porque entre pitos y flautas estamos haciendo kilómetros a pie de verdad.

Al día siguiente amanece nublado y al poco tiempo empieza a llover, así que decidimos aprovechar para quedarnos en el área y descansar, adelantar con las clases, escribir, leer, jugar, o no hacer nada… En el área hay otra caravana con un señor turco pero aparte de saludarnos poco más porque el tema del idioma es un problema para comunicarnos.

Oveja pastando en un jardin en medio de la ciudad camino de la tumba verdeEl tercer día también pasamos la mañana en el área. Como es sábado, vienen más familias a pasar el fin de semana y se acercan por la autoca con curiosidad. Nos saludamos y hablamos un poco, más por mímica que otra cosa, pero no podemos ir mucho más allá porque no encontramos a nadie que hable inglés. 

Exterior de la tumba verde al anochecerA la tarde el tiempo ha mejorado lo suficiente para salir así que cogemos la autoca y nos vamos otra vez a Bursa, aprovechamos para hacer una pequeña compra y después visitamos la mezquita verde y la tumba verde. Las visitas no nos llevan mucho tiempo y al salir, callejeando por los alrededores encontramos un sitio genial para tomarnos un tecito.

En el interior de la mezquita verdeYa de vuelta a la autoca, Elena y yo entramos en un pequeño chiringuito a comernos un kebab y nos quedamos alucinados porque el chico nos empieza a hablar de futbol y conocía la Real Sociedad y el athletic de Bilbao y nos empieza a hablar de los jugadores de la cantera… ¡Si sabía más que nosotros!

De vuelta para el área nos pilla un atasco monumental para salir de Bursa y nos pasamos media horita casi sin movernos. Es que es sábado por la tarde y esto es una gran ciudad, Todo no se puede…

Cartel del area Misi Kamp en BursaEl domingo no tenemos planeado ir a ningún lado y lo pasamos tranquilamente en el área adelantando clases y preparando la partida de la tarde. Después de comer y de despedirnos de nuestros anfitriones, cogemos carretera con la sensación de que nos va a costar encontrar un sitio como este.

De todas formas nuestro siguiente objetivo no está nada mal. Nos espera Troya y su famoso caballo.

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Siguiendo nuestra costumbre de llegar a las grandes ciudades los domingos al mediodía, la llegada por carretera a Estambul no es tan terrible como nos imaginábamos. Hay trafico pero normal. Lo primero que nos llama la atención son los centros comerciales que vamos viendo por el camino.

Aparcados en un parking en el paseo Kennedy frente al BósforoSon enormes, muy bonitos y hay un montón. Grandes trabajos de arquitectura y urbanismo, con un aspecto de diseño increíblemente moderno. Los vamos dejando a los lados hasta que llegamos ya a la zona histórica.

El parking que teníamos registrado, está en obras lo cual es un duro golpe porque no nos apetece mucho ponernos a dar vueltas por Estambul buscando un parking sin saber ni donde estamos. Seguimos el paseo Kennedy porque no nos queda más remedio y 500 mts. más adelante hay otro parking a la orilla del Bósforo y nos metemos sin dudarlo. Dentro hay aparcada otra autocaravana y resulta que es de un señor Turco que vive en ella.

Vista de los minaretes de la Mezquita Azul desde el parkingNo hay electricidad para enchufarnos pero el sitio es alucinante y como el tiempo es bueno cargamos suficiente con las placas solares. Estamos frente al Bósforo y muy cerca del centro histórico de Estambul. Aquí vamos a pasar los siguientes 2 ó 3 días. Hoy para variar hemos llegado pronto así que después de comer nos preparamos y subimos hasta la zona histórica

Paseando hacia la mezquita azulLo primero que vemos es la mezquita azul. Va a ser la primera mezquita en la que entramos porque las que vimos en Montenegro fueron de pasada. Como ya teníamos previsto verla, Elena se ha traído un pañuelo que suele usar los días que hace frio porque las mujeres tienen que entrar con la cabeza cubierta. Hay bastante gente para entrar pero va muy fluido y enseguida estamos dentro. Antes nos hemos tenido que descalzar y meter los zapatos en unas bolsitas.

Cuatro por el mundo en la mezquita azulLa verdad es que es preciosa y a pesar de ser un punto super-turistico, se respira la mística del lugar aunque, según Elena, queda un poco rota por el tremendo olor a pies, que por otra parte, será de los turistas con los  entre los que nos incluimos porque los musulmanes que entran a orar se supone que se lavan los pies antes.

Vista general del interior de la mezquita azulEnseguida nos damos cuenta de que vamos a tener un problema visitando las mezquitas porque, aunque les explicamos a los pekes que es un lugar sagrado para los musulmanes, lo que ven es una enorme sala muy acogedora y enmoquetada donde pueden correr y jugar tirándose al suelo sin hacerse daño. Nos cuesta un rato pero a regañadientes conseguimos que estén más o menos tranquilos aunque no nos quedamos mucho tiempo dentro porque la disciplina no es su fuerte.

Patio exterior de la mezquita azulSalimos y nos damos una vuelta por la zona exterior. Coincidimos con una boda y vemos que las costumbres, por lo menos en cuanto a vestimenta de novios y familia, no son muy distintos y se acercan bastante a nuestra imagen occidental.

Desde allí llegamos hasta la plaza de Sultanamhet con su gran fuente. Nos apetece parar un poco y un puesto de helados es la excusa perfecta. Compramos un heladito y nos sentamos en unos bancos a descansar un poco antes de seguir con la visita.

Comiendo un heladito en la plaza de SultanamhetVemos que en Turquía, igual que en Grecia, los perros (y gatos) viven libremente en la calle y conviven perfectamente con la gente que en muchos casos les trae comida. Te los encuentras en cualquier lado tumbados a la bartola, en medio de los jardines, en las aceras o en la misma plaza de Sultanamhet. Al lado del banco donde nos hemos sentado hay uno panza arriba echando una siesta de pijama y orinal, completamente ajeno a la gente que pasea por allí.

Santa Sofia desde SultanamhetNuestra idea inicial era visitar también Santa Sofía pero la entrada nos parece cara y los pekes no están para muchas visitas a museos así que preferimos quedarnos paseando por los jardines del parque que hay antes de entrar al palacio de Topkapi donde acabamos sentándonos a tomar un te porque después de la mañana de viaje y de toda la tarde andando, empezamos a estar realmente cansados.

Jardines antes de entrar a TopkapiDespués de un buen rato recuperando fuerzas iniciamos el camino de vuelta y al cruzar Sultanamhet de nuevo y bajar por una de las calles buscando nuestro parking nos encontramos de casualidad en una pequeña calle-bazar muy bonita llamada Arasta Bazaar que disfrutamos como adelanto a la visita al gran bazar de mañana.

Corriendo y saltando por las rocas. Su pasatiempo favorito.Hacemos el camino de vuelta hacia el parking bordeando la avenida Kennedy que es la que discurre junto al mar por toda esta zona. Es domingo por la tarde y está a tope de gente paseando o haciendo un pic-nic en entre las rocas del rompeolas. ¿Dije rocas? En cuanto los pekes las ven, se bajan y a pesar de que se supone que están machacados, las atraviesan corriendo y saltando hasta que llegamos a la autoca y es casi un kilómetro. ¡Siempre hay fuerzas para lo que te gusta!

Entrando al Gran Bazar

Al día siguiente amanece con solecito y después de
 nos ponemos en marcha hacia el gran bazar. Anoche después de mirar el mapa vimos que no estaba muy lejos y queremos llegar andando. Nos metemos por callejuelas y vericuetos del Estambul poco conocidos y en media horita hemos llegado a una de las puertas principales y sin más ceremonia nos metemos dentro.

Callejeando sin rumbo por el gran bazarCreo que el gran bazar es una de esas cosas, que de tanto oír hablar, cuando llegas, es como si ya hubieras estado y además somos conscientes de que no es el mejor sitio para ir con los pekes como podremos confirmar enseguida. Lo callejeamos sin rumbo, dejándonos llevar pero al cabo de un rato, los pekes, empiezan a presentar síntomas de cansancio y a ponerse pesadísimos y después de aguantarles un rato y dedicar otro rato a intentar convencerles sin éxito de las bondades del bazar, claudicamos y salimos fuera a buscar algún parque cercano para no matarlos allí mismo que hay muchos testigos.

Sentados en una placita después de salir del gran bazarPor lo menos, después de unas cuantas vueltas, encontramos una pequeña placita muy chula con un puesto de te ambulante y allí nos quedamos un buen rato sentados al sol, disfrutando de nuestro tecito junto a algunos locales que han tenido la misma idea mientras los pekes juegan a sus cosas sentados en el suelo. ¡Qué placer no hacer nada de vez en cuando!

Repartidor con un carro que abulta 10 veces más que élDesde donde estamos sentados, podemos ver una enorme rampa que da a una de las calles traseras del gran bazar y nos deja alucinados ver a los repartidores bajar con unos carros que abultan 10 veces más que ellos. Los más habilidosos aprovechan la cuesta para coger velocidad y la inercia les lleva hasta el final de la plaza. Y cuando les toca subir, siempre hay alguien que les echa un cable porque parece casi imposible poder subir semejante bulto por esa cuesta. ¡Impresionante!

Cogiendo el tranvía para ir al Bazar EgipcioYa un poco más descansados, firmamos la paz con los pekes y acabamos comiendo en un Burger-King (pecado mortal en Estambul, lo reconozco). Allí hablamos con ellos e intentamos hacerles entender que lo mismo que nosotros pasamos horas en los parques o vamos a un burguer, a veces les va a tocar visitar cosas que les gustan a los aitas y que entre los cuatro intentaremos hacerlo divertido. Aprovechando la tregua que nos da la sesión de mentalización, cogemos un tranvía y nos vamos hacia la zona del bazar egipcio para pasar por allí la tarde. La estación en la que nos bajamos coincide también con la del puente de Galata y toda la zona está a tope.

Esperando txintxos mientras hacemos unas compritasDespués de callejear un poco encontramos la entrada. El bazar egipcio es más pequeño pero nos gusta más (igual también es porque los pekes nos están dando una tregua) y lo recorremos tranquilos y disfrutándolo. A la salida nos comemos unos simit y atravesamos la carretera por un subterráneo que a la vez es galería comercial. ¡Aprovechan cualquier hueco para montar un bazar!

Puente de Galata con la torre al fondoLos dos lados del puente están repletos de gente pescando y mirando. De vez en cuando alguien saca un pececillo y lo deja nadando en un recipiente con agua. Imagino que es una forma de mantenerlo fresco hasta que lo venda y a los pekes les llama mucho la atención. Las vistas desde el puente son preciosas aunque hay mucha humedad y algo de brisa y empieza a hacer bastante frio. Nuestra idea era llegar a la torre de Galata y subir pero se nos ha hecho tarde y tampoco queremos pasarnos con los pekes así que nos conformamos con verla desde el puente y nos damos la vuelta. ¡Otra vez será!

Vista general de MiniaturkAl día siguiente dejamos ya el parking (30TL/día, unos 10 euros)  y vamos a Miniaturk, una especie de miniparque de atracciones con 120 reproducciones a escala de los monumentos, edificios y sitios más emblemáticos de Turquía.

Representacion del centro historico de Estambul, mezquita azul, Sultanamhet y Santa SofiaTodo el parque está muy cuidado y las maquetas son impresionantes. Podemos ver algunos de los sitios que visitaremos en nuestro recorrido por el país. En cada maqueta hay un poste informativo que da una explicación hablada del mismo en el idioma que hayas solicitado para la "audio card" al comprar el ticket y el castellano está disponible.

ALos pekes jugando en el parque de Miniaturkparte de las maquetas, hay un laberinto, un parque de columpios, unos tableros de ajedrez gigantes y un simulador de vuelo en helicóptero pero, excepto el parque y los tableros, todo eso se paga aparte. Los pekes hacen un recorrido por el laberinto, juegan un rato en los columpios y me consiguen hacer unas tablas como un castillo en una partida con el ajedrez gigante (estaba yo un poco despistado, eh!)

Hacemos tablas en una emocionante partida de ajedrezMiniaturk nos ha gustado mucho pero no paran de entrar grupos de chavales y se está llenando de gente así que como ya lo hemos visto, decidimos que nos vamos y nos ponemos en marcha para cruzar el Bósforo, salir de Estambul y entrar por fin en Asia de verdad que todavía nos costará un rato. Nos vamos con la sensación de que nos quedan muchas cosas por ver pero así es el viaje. Algún día volveremos.

¡En un par de días nos vemos en Bursa, la cuarta ciudad de Turquía!

posted by Julio

Con un día bastante fresquito salimos del camping de Alexandroupolis con intención de pasar la frontera y dormir ya en Turquía. Por si acaso hacemos la compra en Grecia antes de cruzar la frontera. Después de ser nuestra referencia para hacer la compra en todos los países por donde hemos pasado, este va a ser nuestro último LIDL en un par de meses porque en Turquía no hay. Por lo menos así tenemos despensa hasta que nos hagamos un poco al país. 

Cruzando el puente entre Grecia y Turquía antes de la fronteraAntes de dejar definitivamente Alexandroupolis, damos un par de vueltas por la ciudad cortesía de nuestro GPS y su tendencia innata a buscarnos el camino más corto aunque sea a costa de meternos por las calles más intrincadas y estrechas. Al final no le hacemos ni caso y vamos a la antigua que para estos casos es lo mejor y conseguimos enfilar hacia Turquia.

Llegamos en seguida a la frontera y más o menos ya habíamos estado mirando como tenía que ser el trámite. Hacen la primera revisada de pasaportes y nos mandan a comprar los visados. La primera sorpresa es que de inglés muy muy justito. Además a los griegos les pillaba todo cuando hablaban en ingles pero aquí no me entero de la mitad de lo que me dicen, Imagino que todavía me tendré que hacer al acento turco.

!!! Ya estamos en Turquía!!!Ya con el visado puesto nos sellan la fecha de entrada y me mandan a por el sello de entrada del vehículo que es en otra garita un poco más adelante. Allá vamos, les presento todos los papeles y me miran raro. No les entiendo muy bien pero imagino que como no ven ningún coche porque he aparcado un poco más adelante no saben que quiero. Les señalo la autocaravana y todavía me miran más raro como si no hubiera pasado ninguna en tres meses.

Al final sale el chico de la garita y me dice "Control, control" y me acompaña hasta la autoca. Yo supongo que será para echar un vistazo como ya nos pasó en Albania y le voy abriendo el garaje y lo que me va pidiendo, sube y echa un vistazo dentro y yo creo que se asusta un poco con el orden desordenado que tenemos y al bajar me dice algo. Le pongo cara de que no le entiendo y el hombre se esfuerza hasta que le entiendo que tengo que vaciar el garaje porque quieren pasar la autoca por el control de rayos X.

Nuestros primeros carteles de carretera. Ya queda menos para EstambulLe digo que eso es imposible y que podemos estar allí todo el día. No sé si me entiende pero por la cara de susto que he puesto creo que lo ha pillado y se va a hablar con otro encargado y al poco vienen los dos y me dicen que "no problem" y que pasamos la autoca por rayos X pero sin vaciarla previamente. ¡ufff, menos mal. Si la tenemos que vaciar me da un yuyu!

Nos pasan delante de un camión que está esperando también para ser revisado, la subo en la plataforma y nos vamos todos fuera mientras la radian para verle las tripas. Después hacen un pequeño registro manual, pura rutina porque no remueven mucho. Echan también un vistazo dentro de nuevo y listo. Vuelta a la garita y papel del vehículo sellado. ¡Y solo llevamos aquí una hora! Todavía nos queda por pasar el último control donde hay que entregar todos los papeles que nos han ido dando los demás y ¡Voila!, estamos dentro.

Llegando a Evrenbey a la orilla del lago KaraidemirLo primero que queremos mirar por curiosidad es el precio del gasoil porque habíamos leído que era bastante caro. Vemos precios sobre las 4,5 liras que equivale a 1,5€. Es caro pero no tanto que pensábamos nosotros. También confirmamos que Turquía es el país del Gas LPG y lo vemos en todas las gasolineras por las que pasamos. ¡Bien! Una cosa menos de la que preocuparse. 

Llegamos hasta el pueblo de Markala que era nuestro primer destino pero no acabamos de encontrar un sitio que nos guste y tiramos hasta nuestra segunda opción que es un área de picnic a unos 8 kms. en un pueblito llamado Evrenbey, al lado del pantano de Karaidemir. Tardamos un ratillo en llegar porque la carretera es de tercera regional pero por lo menos el área está abierta. Imagino que en primavera y verano estará un poco mejor pero ahora está toda bastante descuidada y llena de barro. Al final nos aparcamos en frente a unos barracones porque estamos más protegidos del viento que hoy pega aquí fuerte y frio.

Aparcados enel area de picnic, frente a los barraconesMe pongo a escribir un poco en el asiento del copiloto mientras Elena hace clase con los pekes cuando me tocan la ventanilla. Es un señor mayor y parece un poco enfadado. Me bajo, le saludo y le pregunto si hay algún problema con dormir allí pero no habla ni papa de inglés y nosotros ni papa de turco así que por señas nos entendemos y me acaba diciendo que no hay ningún problema y que durmamos allí y me hace un gesto como que el vigila por la noche. Debe ser el guarda del área que vive en la casa que hay un poco más abajo. Igual hemos sido un poco descorteses y habríamos tenido que ir a saludarles y a presentarnos. Tomamos nota.

Vista del area de PicNic con el pantano al fondoYo sigo con lo mío y al rato llega un coche con cinco chicos que imagino vienen de trabajar y se meten en el barracón. Parece que están viviendo ahí. Una autocaravana en la puerta es la atracción del día y por supuesto pasan a saludarnos e intentar hablar pero la barrera idiomática es un problema. Hacemos un poco de mímica, nos saludamos y poco más. Al rato vuelven a salir para decirnos por señas que están preparando la cena y a ver si queremos comer algo. Nosotros estamos preparando también la nuestra pero les agradecemos mucho la invitación. ¡Que hospitalidad, nos está gustando Turquía desde el primer día!

Bajando el cueston que hay para llegar a TekirdagLa noche pasa ventosa pero tranquila. Por la mañana cuando nos levantamos, los chicos del barracón ya se han ido a trabajar (¿he dicho ya alguna vez que no solemos madrugar mucho?). Desayunamos y nos ponemos en marcha. Tenemos pensado ir hasta un pueblo llamado Marmaraeglisi porque hay un camping y saltarnos Tekirdag que es la primera ciudad grande que se encuentra después de la frontera pero finalmente paramos en Tekirdag para sacar dinero porque no tenemos liras turcas y no podemos ni comprar el pan.

Aparcados junto a la autocaravana de SureyyaAparcamos en la carretera y no me cuesta demasiado encontrar un cajero en una de las calles  principales. Según vuelvo para la autoca, veo que justo detrás de donde estamos hay un parking enorme con mucho sitio y con un par de parques y una zona de atracciones para los pekes. Lo comento con Elena y decidimos que vamos a entrar y aparcarnos para echarle un vistazo.

La entrada esta unos cien metros siguiendo la carretera y no hay barreras ni nada así que para adentro. Cuando ya estamos en el parking veo que al fondo junto a unos edificios hay otra autocaravana aparcada y me dirijo hacia allí.

Parque de atracciones de Tekirdag el sábado por la tardeAparco a unos cincuenta metros, me acerco andando hasta la autoca y enseguida sale el propietario. Habla un poco de inglés y nos presentamos mutuamente. Me dice que traigamos la autoca y nos aparquemos al lado. Él esta enchufado a una caja de registro de una casa cercana que debe ser de la policía del puerto o algo así y nos dice que si queremos que nos enchufemos nosotros también. No me lo puede creer.

Los pekes mirando el parque de atracciones con ganasDe la casa de la policía sale un chico con un par de vasitos de té y me los ofrece como bienvenida. Hago el amago de pagarle y me dice por señas que nos invita  y nos indica también donde coger agua si la necesitamos. ¡Guau! Desde luego nuestra entrada no puede ser mejor. Si Turquía va a ser así, me parece que va a ser un sitio muy especial para nosotros.

Vuelta en el gusano loco

El chico de la otra autocaravana se llama Süreyya y no puede ser más amable. Cuando le comento que tenemos que comprar una tarjeta de comunicaciones para tener Internet en Turquía, nos acompaña hasta una tienda de Turkcell y nos ayuda con la compra. Menos mal porque en la tienda tampoco hablan mucho inglés.

En el parque zampándose un algodón de azucarEntre llegar a la tienda y hacer la gestión se nos ha echado el mediodía encima y en el camino de vuelta a la autoca, pasamos por un Kebab y nos compramos nuestros primeros bocatas de kebab de pollo por 3 TL (1€) cada uno. ¡Con estos precios sí que se puede plantear uno comer fuera!

Comiendo un Simit mientras los pekes juegan en el parqueEsa misma tarde vamos con los peques a las ferias que hay instaladas en el parking del puerto y pasamos un rato genial. Al salir de las ferias vamos también al parque que hay al lado y ya acabamos de echar la tarde. Por cierto, en el parque probamos una especie de rosquillas de pan con sésamo que se llaman Simit y que venden en puestos ambulantes por 1TL y están muy ricas ¡Qué maravilla de día!

Haciendo un poco de ejercicio en un parque para la tercera edad, jejeHoy es sábado y a la noche hay un poco de follón porque estamos cerca de la zona de bares del puerto pero con el día que hemos pasado, no nos vamos a quejar por un poquillo de ruido. Además tenemos al lado a la policía y dormimos supertranquilos a pesar del barullo.

Al día siguiente, gracias a Hanne de GOODSPEED, que a pesar de ser domingo nos ayuda vía mail y usando el WIFI de un bar cercano, consigo poner en marcha la tarjeta de datos de Turkcell . ¡Tenemos internet de nuevo! 

Al final nos aparcamos puerta con puertaCon este tema solucionado, cargamos agua y salimos después de despedirnos de Süreyya y su mujer. Antes de irnos, nos han pasado una lista con unas cuantas áreas de pernocta gratuitas por distintas ciudades de las que queremos visitar en Turquía. ¡Así da gusto!

¡Ya estamos en Turquía y las sensaciones son fantásticas!

Nuestro siguiente destino, Estambul, la ciudad más grande de Europa.

posted by Julio

Salimos de Kavala con Alexandroupolis como próximo destino pero los amigos de Zampetas nos han recomendado que visitemos Porto Lagos y como nos queda a medio camino, hacemos una parada para visitarlo.

Aparcados en Porto LagosPorto Lagos es un pueblito enclavado en una lengua de tierra que separa un lago interior llamado Vistonidas del mar Egeo, o sea que tiene agua por los dos lados. Llegamos a media tarde y justo nos da tiempo a dar una vuelta por el pueblito y tomarnos un cafecito antes de que se haga de noche y el frio y la humedad nos inviten a meternos en nuestra casita. Para mañana hay previsión de buen tiempo y como no tenemos prisa, hemos decidido que nos quedamos un día más aquí para disfrutarlo mejor.

Paseito por el puerto en Porto LagosAl día siguiente efectivamente amanece esplendido y mientras estamos desayunando tenemos la primera sorpresa del día. Llaman a la puerta y resulta que son Nico y Gloria, la pareja griego-mexicana que conocimos en Kavala que han parado en Porto Lagos camino de Komotini y han vista la autoca. ¡Qué ilusión!

Curioseando en los barcos del puertoCharlamos un rato y les comentamos que el año que viene estaremos por América. Al parecer tienen una autocaravana enorme allí en México y suelen pasar una temporada por allá todos los años. Por si el azar hace coincidir nuestras fechas, les dejamos nuestros datos y siguen su viaje. ¡Quién sabe cuándo nos volveremos a encontrar!

Iglesia de Porto Lagos vista desde el otro lado del puertoNosotros también tenemos que acercarnos por Komotini para cargar GLP que con estos días de frio hemos gastado más de lo normal. De camino, vemos a un lado de la carretera un parking señalizado y paramos porque parece interesante, resulta que es el parking de la iglesia de San Nicolás que es como una islita en medio del lago y a la que se accede por una larga pasarela de madera.

Aparcados en la playa con los pekes jugando frente a la autoca.

¡Que chulada! Había visto una foto en una Web pero ni sabíamos que estaba por aquí. Es increíble la cantidad de aves que hay por todas partes, garzas, patos, flamencos, cormoranes… Echamos mano de los prismáticos y a lo lejos vemos incluso una bandada de pelicanos.

Atardecer aparcados en la playa en Porto Lagos

Llegamos cerca de Komotini, cargamos el GLP y de vuelta a Porto Lagos el sol sigue calentando así que decidimos aparcarnos en la playa a disfrutar un rato del calorcito y el día va pasando tranquilamente con nuestras rutinas habituales. Hoy nos quedamos a dormir aquí otra noche más porque el parking del puerto es un sitio fantástico para pernoctar. Poder hacer esto y quedarnos aquí un dia más simplemente porque nos apetece sin preocuparnos del calendario es una de las grandes maravillas del viaje.

Aparcados en el camping en AlexandroupolisAl día siguiente nos ponemos en marcha hacia Alexandroupolis muy cerca ya de la frontera turca. La previsión de tiempo para los siguientes días no es muy buena y queremos pasar estos días enchufados y tranquilos preparando la entrada en Turquía así que en Alexandroupolis vamos directos al camping municipal.

Parque en Alexandroupolis

Sin embargo cuando vemos los precios nos lo pensamos porque es uno de los campings más caros que hemos encontrado para las fechas en las que estamos y los servicios que tiene. Al final nos quedamos porque no tenemos muchas alternativas cerca. 

Faro en el paseo maritimo de Alexandroupolis. Nada que ver con el faro de alejandriaPor la noche llueve bastante y amanece gris y desapacible. Aprovechamos para avanzar con las clases y con la preparación de la información que necesitamos para pasar los primeros días en Turquía. A la tarde parece que aclara un poco y nos vamos andando hasta el centro de la ciudad que no está muy lejos. A medio camino nos empieza a llover y tenemos que tirar de los paraguas para no acabar empapados. La verdad es que el día no está para mucho turismo y acabamos tomando un cafecito en una cafetería de la calle principal mientras los pekes juegan un rato a sus cosas.

Aprovechamos un rato de tregua para volver a la autoca y por el camino vemos una especie de cafetería con un txikipark bastante cerca del camping. Hoy ya no nos da tiempo pero les prometemos a los pekes que mañana, si no llueve mucho, vendremos aquí a pasar la tarde.

Cafeteria-Txikipark cerca del camping Al día siguiente amanece parecido. Trabajamos por la mañana y a la tarde cumplimos lo prometido y pasamos la tarde en el Txikipark. Es muy sencillo pero suficiente para divertirse un par de horas mientras nosotros nos tomamos un cafecito y descansamos un rato. Hasta media tarde estamos solos porque, imagino que el resto de los niños están en el colegio, y la chica del Txikipark juega con ellos y les mete un poco de caña. Luego ya empiezan a llegar algunos niños más y les deja que jueguen entre ellos. Así pasa nuestra última tarde en Grecia.

Hemos pasado un mes y medio en este país y la mayoría de los sitios que hemos visitado y sobre todo la gente nos han gustado mucho pero los precios en general son demasiado caros para nuestra economía.

Mañana si todo va bien, pasaremos a Turquía. ¡Tenemos muuuuuchas ganas ya!

posted by Julio

Salimos de Meteora camino de Tesalónica. El viaje es largo y lo hacemos en dos jornadas con una parada en medio en un pueblo llamado Vergina porque tenemos registrada allí un área-parking que encontramos en Internet. Hacemos el trayecto con mucha niebla por primera vez en todo el viaje y llegamos a Vergina poco antes del mediodía.

Area-Parking en VerginaComemos, hacemos clase y ya por la tarde, salimos a dar un paseo por el pueblo aunque como hace bastante frio, enseguida nos metemos en un bar y acabamos quedándonos a cenar porque también preparan comida y a precios bastante económicos para lo que hemos encontrado hasta ahora en Grecia. Nosotros probamos el Sublaki en pan de pita y los pekes se quedan en un sándwich de jamón y queso. No acabamos de conseguir que se lancen a probar comidas nuevas.

Replicas de elefantes rojos en la feria de muestras. Restos del parque de navidad

Al día siguiente  hacemos nuestra segunda etapa hacia Tesalónica y llegamos con frio pero con un día espléndido y vamos directos al parking de la feria de muestras. La entrada es bastante angosta y tenemos que plegar los espejos para pasar pero encontramos un buen sitio al final del parking y estacionamos sin más contratiempos.

La torre blancaJusto cuando terminamos de aparcar, recibimos un mail de Sarah y Greg (la pareja australiana que conocimos en Meteora) donde nos dicen que están en un área cerca del aeropuerto de Tesalónica, donde hay electricidad, agua, vaciado, lavadora… y todo gratis por gentileza de una tienda de Autocaravanas y accesorios (Zampetas Camper Stop). Vamos, el sueño de cualquier caravanista… Ya que estamos aparcados, vamos a aprovechar para conocer la ciudad y a la tarde, nos iremos para el área a pasar la noche.

La torre blanca desde el paseo maritimoNada más salir del parking vemos los restos del parque de navidad de Tesalónica que ha estado instalado en la feria de muestras. Los pekes se llevan una gran desilusión cuando les decimos que no podemos ir porque lo están desmontando. Nuestra primera escala en Tesalónica es la Torre Blanca, símbolo de la ciudad y destino obligado pero para nuestra desilusión, cierran a las 15:00, son las 14:50 y ya no dejan subir. Se nos ha fastidiado la primera visita prevista. La verdad es que no vivimos muy pendientes de la hora pero a veces eso tiene sus peguillas.

Recorriendo el paseo marítimoEn fin, vamos a por nuestra segunda opción que es un dar una vuelta por el paseo marítimo hasta la plaza Aristóteles y luego callejear hacia el norte. Disfrutamos del paseo marítimo y alucinamos con todos los restaurantes y cafeterías que hay a todo lo largo, ¡es un jueves al mediodía y están todos hasta los topes y eso que se supone que hay crisis!

Paseando hacia la rotonda de St.GeorgeCuando nos metemos por las calles interiores resulta que esta es la principal arteria comercial de Tesalónica y lo que nos encontramos son todas las tiendas de moda de todas las marcas que te puedas imaginas concentradas y también hasta los topes. ¡No nos lo podemos creer porque además los precios no son nada económicos! Después de un rato nos damos cuenta de que estamos en la primera semana de rebajas e imaginamos que será por eso aunque de todas formas buscamos una salida por las calles laterales porque tanta gente y tanto consumo nos están estresando un poquillo.

Arco en la zona de la rotonda de St.GeorgeLlegamos hasta la Rotonda de St.George que es una zona estudiantil y allí se respira un ambientillo más agradable con tiendas más hippies y de artesanía. Disfrutamos un ratos de esta zona antes de volver ya para la autoca y ponernos en camino para el área de Zampetas.

Cuando llegamos, nos reencontramos con Sarah y Greg y nos aparcamos al lado. Les damos las gracias por la información del área y Sarah me acompaña a presentarnos al dueño del negocio de Autocaravanas. Charlamos un rato y nos ponemos con la intendencia de la autoca.

Aparcados en Zampetas Camper StopAprovechamos para enchufarnos, coger agua y poner una lavadora y de paso comprar en la tienda algunas cosillas que necesitábamos para la autoca. Sarah y Greg se van al día siguiente y nosotros nos quedamos una noche más para dar tiempo a la ropa a secarse. Por allí no hay mucho más que hacer y al tercer día, después de agradecer la hospitalidad recibida, salimos rumbo a la ciudad de Kavala.

Aparcados en Kavala en el paseo marítimo. Al fondo el fuerte.Llegamos a Kavala el domingo por la tarde que siempre nos parece un buen momento para entrar en ciudades grandes porque suele haber menos tráfico y es más sencillo encontrar aparcamiento. Después de un par de vueltas encontramos un sitio fantástico en pleno paseo marítimo, muy cerca del centro y sobre todo cerca para poder subir mañana al castillo. Nos parece un poco raro que haya tanto sitio en pleno centro pero después de un par de vueltas no veo ningún cartel que prohíba el aparcamiento y allí nos quedamos.

Paseo marítimo de Kavala

Mientras Elena me ayuda desde la acera con sus indicaciones para aparcar, una pareja que pasaba por allí, ve nuestra matricula española y se paran a hablar con Elena. Se llaman Gloria y Nico, ella es mexicana y él griego y viven en Kavala. Charlan un ratillo con Elena mientras termino de aparcar y después siguen su paseo.

Jugando en el skate parkVamos a un parque cercano para que los pekes corran un poco y después volvemos a la autoca para hacer algo de clase, cenar y descansar que mañana toca visita. Cuando estamos ya metidos en medio de la clase, llaman a la puerta y resulta que es la pareja que habíamos conocido antes que viene a invitarnos a tomar un café. Nos disculpamos con muchísima pena porque estamos ya todos en pijama y con los pekes a media clase. ¡Que majos… otra vez será!

Rodeados de coches en el paseo marítimoAl día siguiente amanece muy bueno pero lo segundo que vemos después de mirar el tiempo es que estamos completamente rodeados de coches, autobuses, camionetas de reparto y cualquier otro vehículo que se te ocurra hasta en tercera fila. Menos mal que el morro de la Autoca sobresale un poco de la línea de coches aparcados y no nos han puesto ninguno delante. Esto sí que es el mogollón del centro de verdad.

Por fin hemos encontrado la entrada!

Intentamos abstraernos del barullo que se mueve a nuestro alrededor, desayunamos y nos ponemos en marcha hacia el Castillo de Kavala que se ve frente a nosotros en lo alto de una colina que domina todo el puerto. No sabemos exactamente el camino y nos perdemos un poco por las estrechas callejuelas de la zona vieja hasta dar con la ruta buena y plantarnos en la puerta. Cogemos los tickets y entramos. Es
por la mañana y estamos solos como de costumbre lo que añade un puntillo de encanto extra a la visita.

Vistas desde la torre principal del fuerteLas vistas desde la torre principal son espectaculares y con este día más. Nos hartamos de tirar fotos, nos subimos también a la muralla y entramos en un par de estancias. Una de ellas está llena de balas de cañon y los pekes se entretienen intentando levantarlas.

Recorrido por los acantilados de la cara surHacemos una segunda subida a la torre para y ya bajamos del castillo por el otro lado y bajando, bajando, acabamos en unos acantilados que bajan hasta el mar que está en calma, verde y cristalino. ¡Vaya día! Aprovechamos que hay un camino que bordea los acantilados y lo seguimos hasta llegar de nuevo al puerto. ¡Que paseo más chulo!

Escalando en las rocas del puertoEn el puerto, nos sentamos en un banco para que los pekes hagan un poco de almuerzo y descansen porque dicen que llevamos mucho tiempo andando. Comen algo rápido y se les pasa enseguida el cansancio en cuento ven unas rocas cercanas con una pinta muy escalable. Allí se van y se pasan un buen rato subiendo y bajando. ¡Para eso nunca están cansados! 

Cuando ya se hartan de saltar de roca en roca nos vamos ya para la autoca que queremos salir cuanto antes del mogollón en el que estamos aparcados. A ver si hay suerte y no nos han puesto nada delante...

Nuestro siguiente destino: Alexandroupolis. Última etapa griega antes de pasar ya a Turquía.

posted by Julio

El 31 de diciembre por la mañana salimos del parking frente a la Acrópolis con la intención de ir al camping Atenas a pocos kilómetros para pasar allí la nochevieja y aprovechar para enchufarnos, vaciar, cargar agua y descansar un poco.

De excursión por la costa frente al camping BacchusEstá cerca del centro de Atenas y no tardamos mucho en llegar. Este camping es bastante caro y no es que sea un sitio muy bonito porque está en medio de una zona industrial pero es el único camping que hay cerca y hay que pagarlo.

En cuanto llegamos y nos vamos a enchufar nos damos cuenta de que nos hemos dejado el cable en el camping Bacchus y no tenemos de repuesto. El señor del camping nos ofrece uno pero solo para usarlo en el camping y no nos lo quiere vender y ponernos a buscar uno por Atenas el día de nochevieja no nos parece una opción así que finalmente decidimos que nos volvemos al camping Bacchus y de paso que recuperamos nuestro cable, pasamos allí la nochevieja con Vladimir. Está claro que no hay forma de pasar un día de estos especiales tranquilo, que siempre hay algo que nos lo lía. ¡C’est la vie!

Hablando mientras paseamos por la costa frente a BacchusNos ponemos en marcha y en una horita estamos otra vez en Lavrio y antes de ir al camping, aprovechando que estamos en el pueblo, nos quedamos un rato en el parque de navidad y aprovechamos también para hacer un Skype con la familia porque en Lavrio tenemos muy buena señal 3G. Al cabo de un par de horitas de hinchables y cafecito, dejamos ya el pueblo y nos vamos para el camping. Vladimir se ríe cuando nos ve llegar y enseguida nos trae el cable que nos habíamos dejado y nos metemos en faena con el tiempo justo para hacer las tareas de intendencia de la autoca y preparar la cena.

Pasamos la nochevieja sin más contratiempos y como ya sabemos que no vamos a aguantar hasta las 12, hacemos nuestro brindis adelantado al final de la cena y a la cama que estamos fundidos. Aunque no trasnochamos, el día ha sido ajetreado y a la mañana siguiente nos levantamos bastante tarde y perreamos un poco por el camping tomándonos el día medio libre. (Ya imagino que creéis que todos los días son libres pero os aseguro que la mayoría de los días no nos sobra ni un minuto. Ya sabéis, ¡machacaos pero felices!)

Fachada del Playmobil FunPark en AtenasBuscando información en Internet, Elena ha encontrado que hay un Playland en Atenas (Una especie de TxikiPark pero todo de Playmobil) y queremos darles una sorpresa a los pekes y llevarles a pasar el día. De paso también queremos llevar la ropa a una lavandería que hemos localizado cerca de allí así que al día siguiente nos ponemos de nuevo en marcha hacia el norte y esta vez, ya sin vuelta.

Unai haciendo posturitas en la entrada del PlaylandNo nos hemos dado cuenta pero resulta que el día 2 de enero, es festivo en Grecia y cuando llegamos a la lavandería, está cerrada y hasta el día siguiente no hay nada que hacer así que buscamos un sitio para dormir por allí cerca entre las calles y al día siguiente a primera hora nos presentamos allí con nuestro bolsón de ropa. Aunque no hablan inglés, nos entendemos y nos dicen que pasemos a la tarde a por ella. Perfecto.

Los pekes en la zona espacial del PlaylandCon el tema de la ropa solucionado, nos vamos para el Playland sin decirles nada a los pekes que todavía no saben a dónde vamos. Aparcamos al lado y nos acercamos andando mientras mantenemos el misterio. Cuando llegamos y ven a los cliks gigantes en la puerta, flipan en colores y cuando subimos arriba y ven todos los escenarios de Playmobil recreados y todos los juguetes a su disposición, ya alucinan del todo y se pasan allí todo el día jugando y paran solo para comer un par de galletas.

PlayLand Atenas - Zona del OesteVenir a Playland ha resultado ser una muy buena idea y lo disfrutan a tope y para nosotros también porque aprovechamos el tiempo y el WIFI de la cafetería para adelantar trabajo con las fotos y la Web que es complicado llevar al día. Allá para las cinco de la tarde empiezan a dar signos de fatiga y por fin conseguimos despegarles de los juguetes. Hacen una intentona de que volvamos mañana pero les explicamos que no podemos y que tenemos que seguir viaje y lo entienden.

Aparcados en Kamena Vourla al lado de la iglesia

De vuelta a Vrilissia (un barrio/pueblo de Atenas) recogemos nuestra ropa limpita y como ya es tarde, nos buscamos un sitio tranquilo para dormir por allí cerca y a la mañana siguiente, después de desayunar y comprar el pan, salimos camino de Meteora. Hay bastante trecho y lo vamos a hacer en dos etapas. En la primera llegamos hasta un pueblo costero llamado Kamena Vourla a donde llegamos hacia el mediodía.

Iglesia en Kamena VourlaDespués de unas cuantas vueltas aparcamos en una explanada de tierra que hay al lado de una enorme iglesia y allí pasamos un día tranquilo. Estamos al lado del paseo marítimo  y me doy una vueltita para conocerlo. Todo el paseo está ocupado por cafeterías y restaurantes, habrá más de 15 ó 20 y me parecen mucho para un pueblo como este. Imagino que en verano se pondrán a tope pero ahora la mayoría están vacíos. La mayoría tienen una pinta fantástica pero el coste de la vida en Grecia nos está resultando bastante caro e irnos a comer fuera es impensable con los precios que vemos.

Camino de MeteoraA la tarde damos clase y después salimos a dar un paseo pero en cuanto se pone el sol, enfría mucho y enseguida nos metemos en una cafetería para tomar algo y que los pekes puedan jugar un rato antes de volver a la autoca. Al día siguiente tempranito, nuestra iglesia vecina nos obsequia con un coro de campanas en estéreo a todo volumen que nos despierta bien despiertos e iniciamos nuestra segunda etapa hacia Meteora a donde pensamos llegar al mediodía.

Llegada a KalambakaDesde Kamena Vourla en adelante abandonamos la costa y hacemos todo el recorrido por el interior. Según vamos acercándonos a Kalambaka se adivinan las enormes moles rocosas entre la bruma pero es una pena porque casi no se ven. Con cielo despejado la llegada a Kalambaka tiene que ser espectacular. No hace tiempo para mucho turismo y nos vamos directos al camping Vrachos Kastrakis donde queremos pasar estos días.

Enchufados en el camping Vrachos KastrakisLa situación del camping es fantástica frente a un par de moles de roca increíbles aunque todo queda deslucido por las nubes y la fina lluvia que está cayendo. Nos aparcamos en una parcela cerca de la casa de los dueños para tener WIFI disponible. Dejo la autoca enchufada y me acerco a hablar con otra parejita que tiene su furgoneta cerca y que son los únicos clientes del camping aparte de nosotros.

Vista desde el Camping VrachosSon una pareja australiana, Sarah y Greg, que están de viaje por Europa. Han recorrido ya varios países europeos incluido un mes y medio por España y Portugal. Han estado en Donostia y tienen muy claro lo que son los pintxos y el txakoli. Lo suyo sí que tiene mérito porque su furgoneta no tiene calefacción, ni baño, cocinan en un hornillo y friegan en un cubo y a pesar de todo se arreglan perfectamente. Realmente se necesitan muy pocas cosas cuando hay ilusión y ganas y a ellos de eso, les sobra.

Vistas desde la carretera camino de los monasteriosLes invitamos a tomar un cafecito en la autoca y hablamos de todo un poco. Resulta que hablo bastante más ingles del que pensaba. Me voy soltando y no nos cuesta demasiado entendernos. Elena no se acaba de lanzar a hablar pero entiende casi todo y también disfruta de la conversación aunque luego me cuenta que le ha dado mucha rabia no poder meterse a fondo. Este verano se ha prometido hacer un curso intensivo antes de ir a América para soltarse definitivamente. Pasamos un rato muy agradable con ellos y nos intercambiamos los correos para cuando vayamos a Australia. ¡Que pareja más maja!

Mirando el paisaje con los prismaticosEsta noche es la noche de reyes pero los pekes, viendo que el Olentzero nos ha encontrado sin problemas, ya no están tan nerviosos por los reyes y por la mañana encuentran otro regalito en la mesa. Hoy amanece bastante pocho y se pasa casi todo el día lloviendo así que vida casera. Estos días especiales no hacemos clase y así los pekes pueden disfrutar todo el día jugando con sus regalos.

Agios Nikolaos desde la carreteraAl día siguiente amanece por fin bastante despejado y las vistas desde el camping son increíbles. Nos preparamos y nos ponemos en marcha enseguida que hay que aprovechar el tiempo que aquí cambia con rapidez. Hoy es martes y no todos los monasterios están abiertos. Queremos visitar tres monasterios Roussanou, Varlaam y Agia Triada. El primero que nos encontramos es el de Roussanou y subimos las escaleras hasta la terraza de entrada pero no entramos porque lo impresionante para nosotros son las vistas.

Vista de Varlaam desde el aparcamiento en Roussanou

Frente a nosotros se recorta contra el cielo el monasterio de Varlaam que visitaremos en un rato. ¡Guau! Es precioso. Sin volver a la autoca, cogemos un sendero que sale desde el monasterio de Roussanou y subimos hasta un mirador natural que nos ofrece unas vistas soberbias sobre el valle. La verdad es que aquí, mires donde mires, flipas.

Visitando VarlaamMovemos la autoca hasta el parking del monasterio de Varlaam y en este sí que entramos a visitarlo porque es más grande. Como Elena iba con pantalones, se tiene que poner una faldita que te dejan a la entrada para no infringir las reglas monásticas. La zona que se puede visitar del monasterio es preciosa y nos llama la atención el antiguo sistema de cuerda y red colgada sobre el abismo con el que subían y bajaban lo que necesitaba el monasterio. ¡Uff, vaya vértigo!

Subiendo hacia Agia TriadaComo el monasterio de Metamorphosis está justo al lado, nos acercamos un momento pero está cerrado por restauraciones así que nos vamos para nuestra última visita del día en el monasterio de Agia Triada. Para subir a este hay que andar un trechito y el último trozo de subida es por unos caminitos y túneles cortados a pico sobre la roca. No es que sea arriesgado pero es curioso. Aunque en este caso también entramos a visitarlo, no tiene tanta zona de visita como el anterior y disfrutamos sobre todo de la parte exterior del monasterio con unas vistas sobre Kalambaka impresionantes.

Con la cruz a cuestas y vistas de Kalambaka desde Agia TriadaVolvemos al camping y aprovechamos el solecito para estar un rato con los pekes jugando en el exterior cuando vienen Sarah y Greg a despedirse. Ya se van y les deseamos lo mejor. Nosotros aprovecharemos hoy para descansar un poco en el camping y saldremos mañana rumbo a Tesalónica. 

Vamos a seguir rutas parecidas así que probablemente nos volveremos a encontrar. ¡Ojala!